El ChatGPT ha estado en el ojo público desde su lanzamiento en 2022, sin embargo, este nuevo chatbot consume más energía de la que imaginas.
La inteligencia artificial (IA) es una tecnología que demanda una gran cantidad de recursos energéticos, para su entrenamiento como para su uso.
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Una consulta en ChatGPT consume tres veces más energía que otra hecha en el buscador de Google.
Una de las empresas más destacadas del panorama actual de la IA es OpenAI, creadora del 'chatbot' ChatGPT.
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Se estima que necesitó hasta 78.437 kWh de electricidad para entrenar el modelo de lenguaje GPT-3, según el Instituto de la Ingeniería de España (IIE).
Este chatbot suele requerir grandes cantidades de datos para su entrenamiento, a la vez necesita de una gran cantidad de recursos computacionales y energéticos para su funcionamiento.
El consumo también se traduce en los litros de agua que se usan para refrigerar los servidores dedicados a alimentar los diferentes productos y sistemas de la IA.
Investigadores de las universidades de Riverside y Arlington estimaron que el entrenamiento de GPT-3 es uno de los más avanzados de Microsoft, socio de OpenAI.
Y su desarrollo consumió de forma directa 700 mil litros de agua dulce limpia, "suficiente para producir 370 coches BMW o 320 vehículos eléctricos Tesla".
Mientras que Google en Estados Unidos consumió 12.700 millones de litros de agua dulce en 2021 en los procesos de refrigeración de sus equipos informáticos.
El uso de esta tecnología también tiene un gran consumo, tan solo una conversación de 20 y 50 preguntas con ChatGPT necesita unos 500 ml de agua, según el estudio citado. Con información de Europa Press.