Una practica común de los usuarios de Smart TV es montar estos dispositivos en las paredes; sin embargo, es importante tomar en cuenta que esto podría causarles daños irreparables.
Estas televisiones inteligentes requieren de cuidados especiales, ya que pequeños accidentes podrían estropearlas.
Al comprar una pantalla es importante contar con un espacio para colocarla, pues optar por estructuras que las dejen fijas a las paredes, puede tener un abanico de riesgos para su funcionamiento adecuado.
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Factores de riesgo para la Smart TV
El primer punto a tomar en cuenta antes de colgar un TV, es el elegir un buen soporte, pues no todos cuentan con las medidas ideales para permitir la ventilación adecuada. Lo recomendable es que al menos tenga una separación de 10 centímetros entre la parte superior, inferior y costados con otros objetos; además de que entre la televisión y la pared se tenga una separación de 5 a 10 centímetros.
El segundo punto es estar seguros de que la estructura tenga la capacidad de soportar el peso para la televisión, una vez se halla fijado a la pared.
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La elección de la pared también es un punto a tener en cuenta, pues no todas cuentan con las características adecuadas, ya que deben de estar en buen estado, sin rastros de humedad, o hallarse en un punto del inmueble en que el muro no sea golpeado por el sol todo el día, particularmente en primavera y verano, pues el calor podría afectar el aparato.
El calor es otro factor que puede dañar una televisión, por lo que se debe evitar que se encuentre cerca de aparatos como radiadores y estufas, además de alejarla de chimeneas y otras fuentes de calor.
Estas son algunos puntos a considerarse, pero los expertos recomiendan definitivamente no colorar las Smart TV en las paredes y mejor buscar otro tipo de soportes para estas.