En pleno 2023, la mayoría de las personas, no pueden "vivir" sin un “smartphone”, porque se creen que sin redes sociales o WhatsApp están incomunicados. Por esta razón las nuevas generaciones justo están optando por los 'Dumbphone'.
Y es que vivimos conectados 24/7, con acceso a una información casi infinita en tiempo real y miles de aplicaciones solucionando los porvenires cotidianos del día a día.
Pero, ¿es realmente cierto que debemos vivir atados a un teléfono inteligente? Curiosamente son los nativos digitales, aquellos a los que más señalamos como principales usuarios de las nuevas tecnologías, quienes han dado un golpe en la mesa para demostrar que no siempre es imprescindible depender de las aplicaciones e internet.
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¿Qué desean las nuevas generaciones?
El objetivo principal de esta tendencia es el deseo de los jóvenes de desconectarse y alejarse de la exposición constante a las pantallas de los “smartphones”, en otras palabras "tener salud mental".
Además, el resurgir de los teléfonos “tontos” también ha hecho renacer la controversia sobre el equilibrio entre tecnología y salud mental.
Algunos estudios han comprobado que abusar del uso de los dispositivos móviles, puede tener un impacto negativo en la salud mental de las personas, esto de acuerdo con la Revista Colombiana de Psiquiatría.
¿Y cuáles son las consecuencias? Pueden ser muchas, pero las principales son la adicción a las redes sociales, depresión y ansiedad, una mala calidad de sueño, falta de concentración y déficit de atención.
Es por la razón anterior que la mayoría de los “centennials” y “millennials” buscan cada vez más la desconexión digital.
Porque, mientras algunos aplauden la elección de los jóvenes de desconectarse y buscar una relación más saludable con la tecnología, otros critican esta tendencia como un retroceso en el progreso tecnológico y una renuncia a las ventajas y comodidades que ofrecen las “apps” en la vida moderna.
Tal es el caso de el bloguero José Briones, que administra el “subreddit” (foro de opinión de Reddit) sobre teléfonos “tontos”, lo explicó para CNBC: “creo que es fácil comprobar cómo una parte de la población ‘centennial’ está cansada de las pantallas”.
Según Briones, estos jóvenes “no entienden lo que está sucediendo a nivel de la salud mental y están intentando reducir su uso”.
¿Qué es un dumbphone?
“Es verdad que cada día me siento más saturada tras las horas y horas que paso conectada… Y, a la vez, sigo enganchada ya por rutina a todas mis redes”, dice a EFE Noelia, una joven que, aunque no ha dejado de utilizar su iPhone, también se está planteando comprar un “dumbphone” para estar localizable en momentos de desconexión digital.
Los “dumbphones”, “teléfonos tontos” o “feature phones” son celulares básicos que se usan principalmente para hacer llamadas y enviar mensajes de texto, con funciones limitadas en comparación con los “smartphones”.
Son esos teléfonos que los señores de entre 45 y 65 años recordarán y que hoy ellos mismos incluso nombran "ladrillos".
Estos móviles ofrecen una experiencia de uso más simple y menos adictiva en comparación con los “smartphones”, lo que permite a los jóvenes desconectarse del bombardeo constante de notificaciones y distracciones digitales.
También sus baterías con carga duradera, la durabilidad y resistencia, y la facilidad de uso, atraen a aquellos que buscan una experiencia telefónica más básica y libre de adicciones; logrando tener así más tiempo para actividades fuera del mundo digital y para relacionarse con su entorno.
Uno de los modelos más icónicos de este tipo de teléfonos es el Nokia 3310, que se hizo famoso en la década de 2000 y sigue siendo recordado con nostalgia y cariño. Su batería de larga duración, lo resistente que era (hasta el punto de considerarse irrompible), y su versión del juego “snake”; hicieron de este el mejor móvil de su época según muchos.
“Yo todavía lo recuerdo”, comenta Noelia, nostálgica: “de pequeña siempre quise uno porque lo tenían mis primos mayores, y todo el mundo adoraba ese teléfono… Ahora, quizá, sea por fin el momento de satisfacer ese ‘capricho’ de mi infancia”.
Ahora, a pesar de su aparente obsolescencia, el Nokia 3310 y otros celulares simples están ganando cada vez más popularidad entre los jóvenes de entre 20 y 30 años. Un suceso que ha sido notable en el mercado de Estados Unidos.
Esta nueva preferencia por los teléfonos “tontos” o “minimalistas” por parte de los nativos digitales, ha provocado a una serie de cambios en la industria de la tecnología móvil, con algunos fabricantes adaptándose a esta demanda creciente.
Lo retro nunca pasará de moda
HMD Global, por ejemplo, ha lanzado una nueva línea de teléfonos Nokia que incorpora características nostálgicas del icónico Nokia 3310, como el diseño retro y la duración de la batería de larga duración, pero con algunas actualizaciones modernas, como pantalla en color y conectividad 4G.
Lo presentaron en 2017, durante el Mobile World Congress de Barcelona (España). En aquel momento, muchos consideraron una locura esta decisión. Sin embargo, otros señalaron que ante el auge de lo retro y “vintage”, la nostalgia podía jugar a su favor.
Ahora, de acuerdo con la propia marca, las ventas de teléfonos minimalistas experimentaron un aumento significativo en 2022, con decenas de miles de unidades vendidas cada mes en Estados Unidos.
Además, de acuerdo con Counterpoint Research, casi el 80 % de las ventas de teléfonos básicos en 2022 provinieron de regiones como Oriente Medio, África e India, lo que indica que esta es una tendencia mundial.
Otros fabricantes, e incluso nuevas empresas, también han lanzado sus propias versiones de teléfonos “tontos” con características similares: dispositivos básicos con funciones de llamada y mensajes de texto, pero sin las distracciones de las redes sociales o las aplicaciones de navegación.
“Se trata de poder hacer una elección consciente de cuándo y cómo utilizar los aspectos de la tecnología que mejoren mi calidad de vida”, explica Joe Hollier, cofundador de la marca Light, fabricante de este tipo de teléfonos, al Huffington Post.
Y es que al final, la elección de utilizar un teléfono “listo” o “tonto”, e incluso combinar o alternar entre ambos, depende de las preferencias y necesidades individuales de cada persona. Lo importante es que ustedes pueden elegir.
Por Nora Cifuentes.