Como todo en esta vida, también se tiene un principio y un fin las profundidades del Universo, es por ello que un equipo de investigadores dio a conocer a dónde van las estrellas cuando mueren y es nada más y nada menos que al “inframundo galáctico”.
Debido a la expansión del cosmos, una gran variedad de misterios sigue sin resolverse, pero los expertos en la materia no han parado de explicar algunos fenómenos, con el objetivo de entender qué es lo que sucede más allá del planeta Tierra.
En esta ocasión, científicos de la Universidad de Sídney, en Australia, estudiaron qué sucede después de que un cuerpo celeste, como nuestro Sol, “pasa a mejor vida”, o bien, como también se le denominó, se dirige al “cementerio de estrellas”.
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Para determinar lo anterior, se realizaron investigaciones alrededor del ciclo de una estrella, cuya muerte, de acuerdo con National Geographic, se genera por el agotamiento de las reservas de hidrógeno, en la mayoría de los casos.
¿De qué se trata el ‘inframundo galáctico?
Según el estudio, el cual cita el medio referido, el “cementerio de estrellas” es un misterioso lugar en las profundidades del Universo al que llegan “los últimos vestigios” de este tipo de objetos estelares o astros.
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Y es que, el artículo que se publicó en la revista Monthly Notices, sobre el estudio de los científicos australianos, refiere que se decidió investigar un mapa de distribución de la “necrópolis estelar” de nuestra galaxia, es decir, la Vía Láctea.
Bajo ese contexto, el “inframundo galáctico” se extendería tres veces más que la galaxia en la que se encuentra el Sistema Solar, y donde terminarían cerca del 30 por ciento de los cuerpos celestes que expulsa la misma, indicó el autor principal del estudio, David Sweeney.
“Estos remanentes compactos de estrellas muertas muestran una distribución y estructura fundamentalmente diferente a la galaxia visible”.
Finalmente, el mapa que se desarrolló destaca que un tercio de los restos de las estrellas muertas terminan “más allá de los límites de la Vía Láctea”, o sea, en el “inframundo galáctico”, en tanto, sus restos, se distribuyen a lo largo de nuestra galaxia.