La compañía OpenAI que adquirió fama con ChatGPT (su chatbot impulsado por inteligencia artificial) lanzó el pasado 14 de marzo el GPT-4, una actualización más potente de su modelo anterior que puede analizar imágenes y pero también puede hacer fake news.
Gracias a su capacidad de razonamiento, esta herramienta también pone en jaque el empleo de muchas personas.
De acuerdo con una análisis realizado por PCMag, cerca del 80% de la fuerza laboral de los trabajadores de Estados Unidos tendrán una afectación de ChatGPT en al menos 10% de sus tareas.
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La nueva versión puede procesar preguntas u órdenes, así como generar respuestas más largas de hasta 25 mil palabras (ocho veces más que la primera versión de ChatGPT).
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Fuera del alcance humano
Para demostrar sus capacidades avanzadas se le pidió a ambas versiones del ChatGPT que escribieran una serie de artículos con información falsa que más se han difundido en la red.
Además, se les dijo que incluyeran detalles y argumentos lo suficientemente fuertes como para convencer a otros de que esa información podría ser cierta.
GPT-4 tiene menos barreras que le impiden procesar información falsa, pues de esta forma, pudo responder con más facilidad las 100 narrativas solicitadas con datos erróneos.
Greg Brockman, presidente y cofundador de OpenAI recalcó que GPT-4 no es una herramienta perfecta.
Otra novedad es que GPT-4 cuenta con la capacidad de describir, analizar y entender imágenes gracias a "Be My Eyes" (Sé mis ojos, en inglés).
El nuevo modelo está disponible para el público en general a través de ChatGPT Plus, la suscripción mensual de ChatGPT de 20 dólares de OpenAI y es la herramienta que está detrás del chatbot de Microsoft, Bing, según los medios especializados.