Recientemente, la NASA dio a conocer una increíble fotografía tomada por el telescopio James Webb, donde pudo captar el polvo cósmico que dejó la explosión de una supernova.
Se trata de la estrella Wolf-Rayet, una de las más luminosas, masivas y detectables que se conocen hasta el momento, siendo este cuerpo celeste uno de los primeros que captó James Webb en junio de 2022.
Cabe destacar que Wolf-Rayet pasó de ser una estrella a una supernova, lo que hace que las observaciones detalladas por el observador científico de esta rara fase sean valiosas para los astrónomos.
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En esta imagen se puede ver el polvo cósmico que dejó esta supernova, y esta es parte integral del funcionamiento del universo.
El escenario de la muerte
Gracias a este compuesto es que se pueden volver a formar planetas e incluso albergar estrellas en formación, es como si fueran las cenizas del ave Fénix en el Universo.
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De acuerdo con la NASA, el instrumento infrarrojo medio del telescopio espacial James Webb, capturó a la perfección el rastro productor de polvo del Wolf-Rayet.
Esta supernova está ubicada a unos 15 mil años luz en la constelación de Sagitario; tiene una masa que equivale 30 veces a la del Sol, lo que quiere decir que el material que desprende es igual a lo que arrojarían diez soles.
El hecho supone un increíble escenario de muerte que trae consigo a la vida misma, con característicos halos de gas y polvo que pudo detectar de forma sublime el telescopio espacial James Webb.