Los años bisiestos se producen para ajustar el calendario anual y mantenerlo en sincronía con el año solar, que es el tiempo que la Tierra tarda en completar una órbita alrededor del Sol. El año solar es aproximadamente 365.2422 días, lo que significa que un año calendario regular de 365 días no reflejaría con precisión la duración del año solar.
La solución adoptada en el calendario gregoriano, el calendario utilizado por la mayoría del mundo hoy en día, es agregar un día adicional al calendario cada cuatro años. Este día adicional se agrega al mes de febrero y se llama "día bisiesto". De esta manera, el año bisiesto tiene 366 días en lugar de 365.
Las reglas para determinar si un año es bisiesto son las siguientes:
- Si el año es divisible por 4, es un año bisiesto.
- Sin embargo, si ese año también es divisible por 100, no es un año bisiesto, a menos que: El año también sea divisible por 400. En ese caso, sí es un año bisiesto. Por lo tanto, los años 2000 y 2400 son bisiestos porque son divisibles por 400, pero los años 1800, 1900 y 2100 no son bisiestos.
Esta regla ajusta el calendario para que el año promedio sea de aproximadamente 365.2425 días, más cercano al año solar medio. Este ajuste ayuda a evitar que las estaciones del año se desplacen significativamente a lo largo del tiempo en relación con el calendario, lo que ocurriría si no se tomaran en cuenta los días adicionales.