El telescopio espacial James Webb ha descubierto dos galaxias a una distancia récord de 33 mil millones de años luz. Estas galaxias se formaron solo 300 millones de años después del Big Bang, lo que nos permite ver el universo tal como era en sus primeras etapas.
Las galaxias, denominadas UNCOVER z-13 y UNCOVER z-12, fueron descubiertas por un equipo de investigadores internacionales liderado por Bingjie Wang, de la Universidad Estatal de Pensilvania.
Este conjunto de gas, polvo y miles de millones de estrellas se encuentran en el cúmulo de Pandora, un grupo de galaxias ubicado en la constelación de Sextans.
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Los hallazgos de Webb
Las galaxias son sorprendentemente grandes para su distancia. UNCOVER z-13 tiene un diámetro de al menos 2.000 años luz, lo que la convierte en la galaxia más grande jamás observada a una distancia tan extrema.
La luz que emitieron estas galaxias viajó durante 13 mil 400 millones de años hasta llegar al telescopio James Webb. Esto significa que estamos viendo estas galaxias como eran cuando el universo tenía solo 330 millones de años.
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La Vía Láctea tiene aproximadamente 100.000 años luz de diámetro
Estas galaxias primitivas son como faros que emiten luz a través del finísimo gas de hidrógeno que formaba el universo primitivo y solo a través de su luz se puede "empezar a comprender la física exótica que gobernaba la galaxia cerca del amanecer cósmico", señalan los autores.
Este descubrimiento es un hito importante en la investigación del universo primitivo. Nos permite estudiar cómo se formaron las primeras galaxias y cómo evolucionaron a lo largo del tiempo.
El descubrimiento de estas galaxias por el telescopio James Webb es un logro científico sin precedentes. Nos permite echar un vistazo al pasado más lejano del universo y nos ayuda a comprender mejor cómo se formó nuestro cosmos.