Investigadores de la NASA señalan que en el suelo que permanece congelado por un tiempo mínimo de dos años se encuentran cantidades incalculables de gases de efecto invernadero, microbios y productos químicos, incluido el pesticida DDT que está prohibido.
El permafrost, conformado por tierra, rocas y sedimentos amalgamados en un todo por el hielo, el cual actúa como cemento, se descongela a un ritmo cada vez más acelerado, lo que ha generado una incertidumbre en los científicos que buscan determinar los posibles efectos del deshielo.
Un artículo publicado a principios de este año en la revista Nature Reviews Earth & Environment analizó el estado actual de la investigación del permafrost.
La infraestructura ya está afectada: el deshielo del permafrost ha provocado sumideros gigantes, postes telefónicos caídos, carreteras y pistas dañadas y árboles derribados. Más difícil de ver es lo que ha quedado atrapado en la mezcla de suelo, hielo y materia orgánica muerta del permafrost. La investigación ha analizado cómo los productos químicos como el DDT y los microbios, algunos de los cuales han estado congelados durante miles, si no millones, de años, podrían liberarse al descongelarse el permafrost.
Además, está el efecto del deshielo del permafrost en el carbono del planeta: solo el permafrost del Ártico contiene aproximadamente 1.700 billones de toneladas métricas de carbono, incluidos el metano y el dióxido de carbono. Eso es aproximadamente 51 veces la cantidad de carbono que el mundo liberó como emisiones de combustibles fósiles en 2019. La materia vegetal congelada en el permafrost no se descompone, pero cuando el permafrost se descongela, los microbios dentro del material vegetal muerto comienzan a descomponer la materia, liberando carbono en la atmósfera.
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“Los modelos actuales predicen que veremos un pulso de carbono liberado del permafrost a la atmósfera dentro de los próximos cien años, posiblemente antes”, dijo Kimberley Miner, investigadora del clima en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California y autora principal del estudio”.
Sin embargo, el peor de los casos es que todo el dióxido de carbono y el metano se liberen en muy poco tiempo, como un par de años. Otro escenario implica la liberación gradual de carbono. Con más información, los científicos esperan comprender mejor la probabilidad de cualquiera de los dos escenarios.
Investigan el suelo, aire y el espacio
Para comprender los efectos del deshielo, los científicos recurren a las observaciones integradas de la Tierra desde el suelo , el aire y el espacio, técnicas descritas en el documento. Cada enfoque tiene sus ventajas y desventajas.
Las mediciones terrestres brindan un seguimiento preciso de los cambios en un área localizada, mientras que las mediciones aéreas y espaciales pueden cubrir vastas áreas. Además, los satélites monitorean constantemente la Tierra, aunque pueden estar limitadas por cosas como la nubosidad, la hora del día o el final final de una misión satelital.
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La esperanza es que el uso de mediciones de una combinación de plataformas ayude a los científicos a crear una imagen más completa de los cambios en los polos, donde el permafrost se descongela más rápido.