Cuando consumimos algo no siempre lo que degustamos es lo que en realidad estamos consumiendo y la gravedad juega un papel fundamental en esto, ¿qué queremos decir? Pues sí, un equipo de investigadores de la Universidad de Tokio concluyó que cuando un alimento tiene una presentación determinada, esto influye invariablemente en la manera que nuestro sentido del gusto percibe el sabor de lo que estamos ingiriendo.
Masaharu Hirose es quien lidera la investigación y él refiere que su proyecto "Diseño de vaso equilibrado", surgió luego de un viaje por Europa donde visitó diferentes países y probó diferentes vinos, él notó que en cada región el vino tenía un sabor diferente, pero algo que llamó su atención fue que la forma y el peso de las copas variaban.
-Información relacionada: ¿Quiénes pueden usar la tecnología de paneles solares en casa?
De la creación del proyecto
Ahí fue cuando se le ocurrió la idea de crear un dispositivo que cambiara el centro de gravedad de un contenedor de bebidas, pues su hipótesis era clara: si lograba cambiar el centro de gravedad de una copa de vino, estaba seguro que el sabor, en definitiva, sería diferente, pues es claro que existen muchos tipos de vinos, pero no hay un vino que sea pesado o ligero, pero sí puede haber copas más ligeras o pesadas.
Así fue como se dieron a la tarea de diseñar un curioso portavasos mecánico que prometía cambiar el sabor de los líquidos que se sirvieran en el mismo. Ellos desarrollaron este artefacto que a medida que se va acercando a la boca cambiar su centro de gravedad, ¿qué logran con ello? ¡Fácil! Al cambiar este principio, lo que se percibe es una sensación de que el vaso es más pesado, y por ende más lleno, cuando se aproxima al usuario, y más ligero cuando se aleja.
Pruebas de campo
Los investigadores realizaron varias pruebas para ver si su teoría de relación de percepción del sabor y el peso del vaso, influían en la percepción de los sabores, para ello, pidieron a un grupo de control beber el mismo vino de una copa tradicional y de una montada en su invento.
El resultado: las personas afirmaron que el sabor del vino lo percibían más fuerte en la bebida cuando fue consumida desde un recipiente que era más pesado.
Cabe destacar que el dispositivo no cambia por sí mismo el sabor de los líquidos, pero sí altera la percepción de los mismos antes de ingerirlos, y aquí es donde se demuestra la importancia de los demás sentidos, como el tacto, que influyen en cómo percibimos lo que vamos a beber o comer.
Este proyecto fue desarrollado con Raspberry Pi 4, programación Python, hardware electrónico, diseño asistido por computadora y un cortador láser; concluir con el sistema les tomó aproximadamente un año y oficialmente será presentado en agosto próximo ante la comunidad de SIGGRAPH 2021, un evento donde se fomenta y celebra la innovación en gráficos por computadora y técnicas interactivas.
Interesante el papel que juega la gravedad, ¿no?