Con un funcionamiento similar al de una prueba de embarazo, a través de una muestra del paciente, LEKA es una prueba biodegradable y no invasiva que detecta el parásito Taenia Solium, el cual provoca la cisticercosis en humanos.
Ximena García Ortega, estudiante de la Licenciatura en Diseño Industrial en el Tec de Monterrey, campus Puebla, quien desarrolló este dispositivo capaz de rastrear y diagnosticar oportunamente la presencia del parásito, explicó que el objetivo de su creación es que pueda llegar a las comunidades que lo requieran.
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"El proyecto nace de la necesidad de no saber dónde se contagia la gente, cómo contrae este parásito y que la prueba esté al alcance de la población en general; los estudios más recientes sobre cómo actúa este parásito son de 2008 y no permiten saber dónde se aloja en el cuerpo o la cantidad de casos que hay, ni cómo detectarla en etapas tempranas. Nuestro objetivo es que las pruebas lleguen a las comunidades, por medio de las brigadas de salud pública del gobierno; ellos estudiarían a las personas, realizarían pruebas y sondeos de infectados o personas en riesgo de padecer la enfermedad", indicó.
¿Cómo funciona LEKA?
Agregó que al dispositivo se coloca la muestra en un papel reactivo, se espera unos minutos y se mostrará si es positivo o negativo, mediante un cambio de color.
Actualmente el proyecto se encuentra en fase experimental y será en el año 2022 cuando se realicen las primeras pruebas piloto.
El paso siguiente sería llegar a países afectados por la cisticercosis de Latinoamérica, como son Ecuador, Perú y Bolivia.