Frente la expansión y centralización del Internet, sobre la que empresas como Google y Facebook poseen facultades y permisos para disponer de la información sensible de sus usuarios según sus términos y condiciones, el uso privado y anónimo de Internet a través de la deep web (red profunda) se ha vuelto una alternativa para todas aquellas personas interesadas en cuidar su identidad e información personal.
La deep web no cuenta con las medidas estrictas de seguridad, ni de control implementadas en las páginas más populares, entre las que figuran Wikipedia, Facebook, Microsoft y plataformas bancarias.
Entre los sitios habituales de la deep web se pueden encontrar clientes de correo electrónico, foros de discusión, plataformas de video pago por evento, servidores privados, bibliotecas digitales, y redes sociales sin directorios públicos.
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Para navegar la deep web, lo más importante es proteger el anonimato y la privacidad, así como dificultar las intenciones maliciosas de posibles atacantes, entre las que resaltan el rastreo de dirección IP, conjunto de números que identifican la procedencia de una red, y el robo de cualquier información sensible proporcionada a los sitios visitados.
Ante estas medidas de seguridad, hay dos herramientas fundamentales para navegar la deep web: red privada virtual (VPN, por sus siglas en inglés), tecnología que le otorga a una red personal la capacidad de funcionar como una red privada, a través de permisos más estrictos, datos confidenciales, y la posibilidad de cambiar la dirección de IP para evadir la localización geográfica del dispositivo.
Y una red de anonimato, cuyo propósito consiste en permitir la interconexión de repetidores (routers), organizados en capas con objeto de cifrar la información, y evadir rastreos al engañar a la red, como el explorador de internet TOR (The Onion Router).
Con información de Fayerwayer.com