Una tercera parte de nuestras vidas la pasamos dormidos y nuestra mente transita regiones desconocidas del subconsciente. Soñamos, aunque no sabemos la razón de experimentar extrañas, y a veces extraordinarias, mezclas nocturnas de imágenes e historias.
Ahora, un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Massachusetts (EEUU) está desarrollando una tecnología capaz de interactuar con el subconsciente para demostrar el poder de los sueños y aprovecharlo para mejorar nuestro estado de ánimo y creatividad.
El MIT Media Lab (www.media.mit.edu) está construyendo Lo que la revista OneZero describe como "dispositivos para \u2018hackear\u2019 los sueños", es decir "introducirse de forma no autorizada en los sucesos o imágenes que se representan en nuestra fantasía mientras dormimos".
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"El sueño es un país olvidado de la mente. La gran mayoría de las tecnologías están construidas para nuestro estado de vigilia", según el equipo, encabezado por el investigador Adam Haar Horowitz y compuesto por Ishaan Grover, Pedro Reynolds-Cuellar, Tomas Vega Galvez, Oscar Rosello, Abhinandan Jain y Pattie Maes.
El sueño, territorio desconocido
Señalan que las actuales interfaces tecnológicas (conexiones entre dispositivos y usuarios) "pierden la oportunidad de acceder a la actividad de conocimiento única, imaginativa y elástica que se desarrolla durante los sueños y los estados semilúcidos".
"A su vez, cada uno de nosotros perdemos la oportunidad de utilizar interfaces para influir en nuestros propios procesos de consolidación de la memoria, generación de ideas creativas, extracción de lo esencial y regulación de las emociones que dependen profundamente del sueño", apuntan.
En este proyecto, llamado Dormio (www.media.mit.edu/projects/sleep-creativity/overview) están explorando distintas maneras de aumentar la creatividad humana al extender, influir y capturar sueños en la etapa entre la vigilia y la inconsciencia.
Una oportunidad para alcanzar este objetivo surge al comienzo del sueño, durante la Etapa 1 del sueño, un estado de ensoñación semilúcida llamado hipnagogia, en el que comenzamos a soñar antes de caer inconscientes del todo, profundamente dormidos, según señalan.
"La hipnagogia es la entrada al inconsciente", enfatizan y se caracteriza "por la imprevisibilidad fenomenológica, la percepción distorsionada del espacio y el tiempo y la asociación espontánea de ideas fluidas", según Horowitz y sus colegas de investigación.
El truco creativo de Tesla
Señalan que Thomas Edison, Nikola Tesla, Edgar Allan Poe y Salvador Dalí, entre otros, accedían a este estado tomando una siesta con una bola de acero en la mano para capturar las ideas creativas generadas durante los microsueños hipnagógicos, que transcurrían desde que se dormían hasta que abrían inconscientemente la mano y la bola caía al suelo despertándolos.
"En este proyecto, del que ya han probado un prototipo, hemos modernizado aquella técnica utilizando un sistema de seguimiento de las etapas del sueño, robots sociales interactivos y otro sistema de retroalimentación auditiva", señalan.
"Mediante Dormio conseguimos influir en los microsueños hipnagógicos, extenderlos y extraer información", explican.
También comprobaron que el uso activo de la hipnagogia con este sistema "puede aumentar la creatividad humana medida a través de la flexibilidad, la fluidez, la elaboración y la originalidad del pensamiento", según aseguran.
"El objetivo de este sistema es influir y extender el estado de transición del sueño denominado hipnagogia. Para conseguirlo debemos rastrear este estado de transición e interrumpirlo cuando está terminando", señala los investigadores del MIT Media Lab.
El usuario de Dormio usa un dispositivo similar a un guante que recolecta señales biológicas indicadoras de las transiciones entre las distintas etapas de sueño y que provienen de la mano, donde se pueden recopilar datos sobre la pérdida de tono muscular, cambios en la frecuencia cardíaca y cambios en la conductancia (variaciones en las características eléctricas) de la piel, señalan.
"Cuando esas señales biológicas parecen indicar el final de una hipnagogia, se activa el audio del robot social, y esa persona se ve empujada un poco de vuelta a la vigilia, aunque no llega a despertarse del todo", explican.
"Pirateando" ensoñaciones
Para inducir este ligero despertar, los investigadores utilizan el audio de palabras como “tenedor” o “conejo”, y han encontrado que estas ideas ingresan de manera confiable a los sueños hipnagógicos en forma de contenido soñado.
Tras ese ligero despertar, los experimentadores conversan con los usuarios a través del robot social Jibo (www.jibo.com) y registran todo lo que se dice en esa charla, para evitar que las personas olviden sus ideas útiles, debido a la denominada amnesia hipnagógica.
Cuando el usuario cae en la hipnagogia, el sistema de audio reproduce una palabra pregrabada, y a su vez graba todo lo que el usuario pueda decir en respuesta a dicha palabra, según OneZero.
En un experimento con 50 personas que utilizaron Dormio, Horowitz descubrió que el contenido de la señal de audio aparecía en los sueños de las personas. Si la palabra era “tigre”, los usuarios informaron que soñaban con un tigre. Además, la extensión e interacción con el estado hipnagógico mejoraba el rendimiento creativo de los usuarios, según esta revista.
Tras esta conversación, el sistema permite a los usuarios retroceder hacia el sueño, siendo interrumpidos nuevamente cuando las señales biológicas captadas en sus manos parecen indicar una transición hacia otro más profundo.
Esto se hace repetidamente para que los participantes en los ensayos inicien nuevos sueños hipnagógicos y después extraer informes de esas ensoñaciones, concluyen los investigadores del MIT.