Numerosos astrónomos aficionados en África y Asia pudieron contemplar este domingo en pleno solsticio de verano un eclipse solar del tipo “círculo de fuego” pese a las restricciones impuestas por el coronavirus y las condiciones climáticas en general poco favorables.
Este fenómeno astronómico, que sólo se produce una o dos veces al año, empezó poco después de la salida del sol en el centro del continente africano, atravesando la República Democrática del Congo, Sudán del Sur y el norte de Etiopía. Luego avanzó para finalizar en el océano Pacífico, en el sur de la isla de Guam, a la 09H32 GMT, tras haber atravesado India y China en particular.
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En este tipo de eclipse, la Luna pasa por delante del Sol, en alineación con la Tierra de manera lo suficientemente perfecta como para ocultarlo. Pero no lo hace íntegramente, como ocurre cuando el eclipse es total: al no estar la Luna tan cerca de la Tierra, se trata de un eclipse anular, que en su punto máximo deja visible un anillo alrededor del Sol, denominado “círculo de fuego”.
En Nairobi, la capital de Kenia, no se dio la mejor visibilidad, y sólo se pudo observar un eclipse parcial, puesto que aparecieron nubes en el momento preciso en que la Luna ocultaba al Sol.
Pese a todo, “fue muy emocionante (…). “Me obsesionan los eclipses. Es una de las cosas que me llevó a interesarme por la astronomía”, afirmó a la Susan Murabana, fundadora junto a su marido del programa educativo “Travelling telescope” (el telescopio itinerante).
Instalada con su telescopio en la azotea de un barrio residencial, la pareja compartió las imágenes del eclipse con decenas de personas, a través de Facebook y Zoom.