En México, la parálisis cerebral es la principal causa de discapacidad motora en niños y la Universidad Nacional Autónoma de México, mediante un programa gratuito, atiende a niños, desde recién nacidos y hasta cinco años de edad, para prevenir o minimizar las secuelas de este padecimiento.
La UNAM, a través de la Escuela Nacional de Estudios Superior (ENES), unidad León, en el estado de Guanajuato, apoya a esta población en su clínica de prevención a la parálisis cerebral.
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“Aplicamos terapia de locomoción refleja de Vojta, que estimula los patrones normales del movimiento humano”, explicó Aline Cintra, responsable del programa, mediante un comunicado.
“El pequeño con lesión en el cerebro crecerá y su condición afecta su desempeño motor. No podemos eliminar la lesión, pero sí ayudar a que su cerebro se desarrolle y recupere movilidad de la manera más normal posible”, añadió.
Tanto maestros como alumnos y pasantes de la licenciatura de Fisioterapia atienden cada semana a 27 niños con parálisis cerebral. Sus padres se comprometen a llevarlos por lo menos tres veces a la semana para estimular puntos motores en talón, costillas y codos, de acuerdo con las necesidades de cada paciente.
“Queremos prevenir o minimizar las secuelas. En este programa atendemos a niños hasta los cinco años, porque a temprana edad tienen mayor plasticidad y los resultados son mejores”, agregó Cintra, doctora en Neurociencia.
Explicó que después de esa edad se añaden otras alteraciones músculo-esqueléticas debido a la falta de movilidad, como las atrofias musculares, que limitan el tratamiento.
“Si no tienen buena masa muscular o amplitud de movimiento articular, estarán limitados, independiente de la lesión cerebral. Lo que queremos es que no lleguen a ese punto”, dijo la también especialista en neuropediatría y motricidad humana.
Explicó que las causas de la parálisis cerebral son múltiples y en ella intervienen aspectos pre, peri y posnatales.
“Puede ser que el niño tenga déficit de oxígeno al momento del parto y como factor prenatal se puede encontrar la restricción del crecimiento. Punto importante a destacar es la falta de seguimiento prenatal o de una nutrición adecuada durante el embarazo”, expuso.
Señaló que determinar la parálisis cerebral es difícil ya que “las secuelas va apareciendo durante el desarrollo, salvo en casos severos, cuando las lesiones son graves y el diagnóstico es inmediato”, pero lo más común, explicó, es que pasen algunos meses sin que se detecte, porque los bebés mejoran con el tiempo su repertorio de movimiento.
“En ocasiones se cree que un niño que no se mueve mucho es flojo, o si está muy tieso es porque está enojado, pero en esta fase del desarrollo no existe eso, son características del tono muscular que indican que tiene problemas con su desarrollo motor, que es diferente en cada infante: algunos gatean a los seis, nueve u 11 meses, pero lo importante no es la edad a la que lo hagan, sino el proceso”, relató.
Explicó que en la clínica de Fisioterapia se explora a los bebés por una hora, les dejan sus juguetes y los observan para detectar posibles anormalidades en su movimiento.
Posteriormente se les realizan pruebas físicas musculares, de postura, análisis de la motricidad gruesa, motricidad fina, de la condición respiratoria y de la deglución.
“Quienes más conocen a los bebés son los papás; si observan factores de riesgo como tener las manos en forma de puño, sin abrirlas, poco interés por la comida, no levanta la cabeza o hacer fuerza para estirar sus brazos o piernas al momento de cambiarlos, deben acudir con un especialista para hacer una valoración”, apuntó.