El pasado jueves, ocurrió un sismo en el estado de California que preocupó a los habitantes por la latente actividad de la falla de San Andrés.
El movimiento de la placa del Pacífico podría provocar que en los próximos 50 mil años la península de Baja California se desplazará hacia el norte lo que provocaría que se separe de México y se convertiría en una isla, de acuerdo con Infobae.
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Algunos de los terremotos que se han provocado por esta falla son el de San Francisco de 1906 con magnitud 7.8, terremoto de Loma de Prieta en 1989 y en Baja California en 2010 de magnitud 7.2, que dejó un saldo de 4 personas muertas y 182 heridos.
La preocupación es que han pasado 300 años sin que la parte sur de la falla no ha tenido actividad sísmica, cuando los registros se daban cada 150 años y representa una gran cantidad de energía acumulada que podría desatar uno de los terremotos más destructores de la historia. Este sismo podría presentarse dentro de los próximos 30 años.
Geólogos de la Universidad Estatal de Utah, revelaron una zona cortada de casi 15.5 millas de largo con dos fallas maestras casi paralelas y cientos de fallas cruzadas más pequeñas, similares a peldaños. La estructura organizada “Escalera Durmid”, apodada por el equipo, podría ser el lugar del terremoto, se ubica por la zona sísmica de Brawley, se orienta hacia el nororeste y se extiende a lo largo de la costa noreste del mar de Salton hasta la Zona de Falla de la costa este, en el borde opuesto de San Andrés.
Los próximos sismos podrían desencadenar una serie de terremotos que llevan a la gran demora que los científicos esperan a lo largo de la zona de la falla del sur de San Andrés.