La radiación ultravioleta (UV) daña la piel y puede afectar la vista de manera grave e irreversible, especialmente en el verano e incluso en días nublados, por lo que usar protección se vuelve indispensable, dijo este lunes la especialista mexicana Leticia Orozco.
“Recibimos radiación y pensamos en la piel porque es lo que más tenemos en el cuerpo, pero también puede haber daños en los ojos y es en donde menos ponemos atención”, explicó a Efe la optometrista.
Información relacionada: México, tercer país de Latinoamérica con mayor incidencia de cáncer de boca.
Los ojos tienen una protección natural propia gracias a que están hundidos en las órbitas y cubiertos con los párpados, las cejas y las pestañas.
Pero en ciertas ocasiones esto puede no ser suficiente y si los rayos UV llegan a la retina se pueden provocar lesiones agudas y crónicas.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que al menos 3 millones de casos de cataratas detectados actualmente en el mundo pueden haber sido causados o agravados debido a la exposición de los rayos UV.
La especialista explicó que la radiación ultravioleta, también conocida como rayos UV, aunque muchas veces no se ve, puede afectarnos si nos exponemos a ella frecuentemente y de manera prolongada.
“Muchas veces pensamos que es dañina, pero no toda lo es. Existe la de ondas cortas, medias y largas, así como tipos A, B y C y dependiendo de su clasificación puede generarnos daños”, manifestó Orozco.
Explicó que estos daños dependen no solo del grado de radiación sino del tiempo de exposición y, en la vista, puede dañar el lente interno del ojo llamada cristalino.
Esta dijo, la tenemos desde que nacemos y ayuda a absorber la radiación, pero si no se tienen los cuidados adecuados, se puede dañar y derivar en cataratas.
Estos daños, expresó, pueden ser irreversibles y en casos extremos pueden causar ceguera permanente.
Es por ello que es importante proteger los ojos, incluso en días nublados, ya que aún sin que se vea el sol, los rayos UV dañan pues logran traspasar las nubes, llegan a la tierra y rebotan.
Es por ello que recomendó que siempre que se esté expuesto al sol, sin importar la época del año, es conveniente utilizar gafas antisolares, las cuales deben ser de un tamaño adecuado para proteger los ojos y la piel sensible que los rodea, como los párpados.
Sin embargo, explicó que no todos los lentes solares proporcionan la seguridad adecuada, ya que aunque el vidrio del lente sea oscuro “no quiere decir que protegerá más”.
La experta señaló que los lentes deben tener una protección solar que sea entre 80 y 90 por ciento. Y, de preferencia, deben ser adquiridos en tiendas especializadas.
Si bien la población en general se expone a la radiación del sol, existen grupos que son más vulnerables como los niños y los ancianos, las personas de ojos claros, quienes tienen trabajos al aire libre o quienes trabajan cerca de ventanas en las oficinas.
La especialista lamentó que no existan campañas informativas al respecto y que la información que hay es todavía insuficiente en la región.
Es por ello que recomendó realizarse revisiones anuales y usar lentes de sol con las “características adecuadas para protegernos de mejor forma”, finalizó.