Ghana inauguró este miércoles la red de drones médicos más grande del mundo, con la que espera suministrar medicamentos y vacunas a más de 12 millones de personas en áreas remotas o inaccesibles del país.
“Nadie debería morir en Ghana por no poder acceder al medicamento que necesita en una emergencia”, declaró el presidente de esta pequeña nación de África occidental, Nana Akufo-Addo, al anunciar este servicio en la ciudad oriental de Omenako, que alberga uno de los cuatro centros existentes de distribución de aviones no tripulados.
Con la ayuda de 120 drones disponibles, la empresa emergente Zipline -con sede en San Francisco (EEUU) y fabricante de estas aeronaves- distribuirá vacunas, sangre y medicamentos a más de 2.000 centros de salud en todo el país gracias al apoyo del Ministerio de Salud de Ghana y a la asociación Gavi, la Alianza de Vacunas.
Se trata de llegar a aquellos “aislados geográficamente por distancia, pero también aislados porque viven en regiones montañosas, en zonas de bosques densos o áreas que en la temporada de lluvias son inaccesibles”, explicó el director general de Gavi, Seth Berkley, en un comunicado.
“Las ventajas de un avión no tripulado son, por supuesto, que puede elevar la carga sobre estos obstáculos y ser capaz de hacer la entrega, pero también tiene la ventaja de llegar justo a tiempo“, añadió Berkley, al mencionar como ejemplo la posibilidad de abastecer un centro de vacunación que se quede sin dosis.
Se trata de la segunda red de este tipo en África impulsada por la compañía estadounidense Zipline, después de que en octubre de 2016 creara una primera red de aviones no tripulados en Ruanda con el fin de facilitar la distribución de sangre en el país.
Desde entonces, ha realizado más de 13.000 entregas, alrededor de un tercio de ellas en emergencias en las que la vida de los pacientes corría peligro, según la empresa.
En la actualidad, suministra más del 65 % de los envíos de sangre fuera de Kigali, la capital de Ruanda, la mayoría a clínicas rurales.