Un estudio de un grupo de especialistas de los institutos de Neurociencias de la Universidad de Barcelona y de Investigaci\ón Biom\édica de Bellvitge (Idibell) destac\ó que la sincronizaci\ón del cerebro con los sonidos del habla facilita el aprendizaje del lenguaje en menores.
Se trata de la sincronizaci\ón de los ritmos motores del habla, es decir, de los movimientos coordinados de la lengua, los labios y la mand\íbula que constituyen el discurso, con los ritmos de la se\ñal de audio y habla.
De acuerdo con los resultados de esta investigaci\ón, publicada en la revista Nature Neuroscience, el cerebro de algunas personas se adapta espont\áneamente para coincidir con el ritmo de la voz que escuchan, mientras que otros no lo hacen.
Sonidos y neuronas trabajando / Research of Italy
Estos patrones reflejan diferencias en aspectos funcionales y estructurales de la red cerebral del lenguaje, as\í como en la capacidad de aprender nuevas palabras, por lo que este descubrimiento podr\ía ayudar a evaluar el desarrollo cognitivoling\u00fc\ístico los ni\ños.
El trabajo, encabezado por la profesora Ruth de Diego Balaguer y por David Poeppel, de la Universidad de Nueva York tiene como objetivo profundizar en la vinculaci\ón entre los ritmos motores y las se\ñales de audio y del habla.
En la p\ágina de Internet de la Universidad de Barcelona (UB) se inform\ó que los seres humanos sincronizan muy bien los movimientos corporales con los sonidos (por ejemplo, al mover los pies o la cabeza al ritmo de una canci\ón). Se hace sin esfuerzo, sin formaci\ón previa e, incluso, se ha demostrado esta capacidad en beb\és.
La investigaci\ón actual en este \ámbito se ha centrado mayoritariamente en c\ómo los movimientos corporales son impulsados por el ritmo musical, pero se sabe poco de c\ómo funciona esta sincronizaci\ón en el entorno del habla.
Para ello, los investigadores dise\ñaron una tarea en 300 personas en diferentes condiciones, que consisti\ó en que durante un minuto, los participantes ten\ían que escuchar una secuencia r\ítmica de s\ílabas y, al mismo tiempo, se les pidi\ó que susurran continuamente la s\ílaba ta.
Al analizar los resultados se encontr\ó un patr\ón inesperado: la poblaci\ón est\á segregada en dos grupos. Mientras que algunas personas sincronizan espont\áneamente los susurros con la secuencia de la s\ílaba (buenos sincronizadores), otras son impermeables al ritmo externo (malos sincronizadores).
El experimento dise\ñado en esta investigaci\ón podr\ía servir para caracterizar las diferencias individuales y potenciar la investigaci\ón ling\u00fc\ística, por lo que de acuerdo con la cient\ífica, esta metodolog\ía puede permitir encontrar efectos que antes estaban enmascarados, agrupando poblaciones con atributos neuronales y de comportamiento sustancialmente diferentes.
Ni\ños leyendo en la escuela / Jstor
"Adem\ás, pensamos que el uso de esta prueba podr\ía reforzar el diagn\óstico precoz de diferentes patolog\ías (por ejemplo, la enfermedad de Alzheimer, Parkinson o la esclerosis m\últiple) y ayudar a evaluar el desarrollo cognitivoling\u00fc\ístico en los ni\ños", acot\ó.