Mediante energ\ía solar, electrodos y agua salada, especialistas de la Universidad de Stanford desarrollaron un m\étodo para generar combustible de hidr\ógeno, una alternativa a los de car\ácter f\ósil.
Con ello trabajan una nueva forma de separar el hidr\ógeno (H) y el gas ox\ígeno del agua de mar a trav\és de electricidad. Lo lograron en laboratorio y con agua salada de la Bah\ía de San Francisco, y los investigadores pretenden dejar la producci\ón a fabricantes.
El H es una opci\ón atractiva para el combustible, ya que no emite di\óxido de carbono. La quema de ese elemento produce \únicamente agua y deber\ía atenuar los problemas del cambio clim\ático.
En un comunicado, la instituci\ón universitaria destaca que ese concepto, dividir el agua en hidr\ógeno y ox\ígeno con electricidad, llamada electr\ólisis, es una idea simple y antigua: una fuente de alimentaci\ón se conecta a dos electrodos colocados en el l\íquido.
Cuando se enciende la alimentaci\ón, sale gas de hidr\ógeno del extremo negativo, llamado c\átodo, y el ox\ígeno respirable emerge en el extremo positivo, el \ánodo. Los cient\íficos descubrieron que si cubr\ían este \último con cargas negativas, las capas repelen el cloruro y reducen la descomposici\ón del metal subyacente.
Durante la electr\ólisis, reportaron que el sulfuro de n\íquel se convierte en una capa cargada negativamente que protege el \ánodo. Al igual que los extremos negativos de dos imanes se empujan uno contra el otro, la capa cargada negativamente repele el cloruro y evita que alcance el metal del n\úcleo.
Sin el revestimiento con carga negativa, el \ánodo \únicamente funciona durante 12 horas en agua de mar, explic\ó Michael Kenney, uno de los integrantes del equipo de investigaci\ón.
Estudios anteriores que intentaron dividir el agua de mar para el combustible de hidr\ógeno, hab\ían logrado cantidades bajas de corriente el\éctrica, porque la corrosi\ón se produce en corrientes altas.