Con el objetivo de proteger la salud de los consumidores, investigadores de la UNAM desarrollaron diversas técnicas para garantizar la autenticidad del tequila y diferenciar sus tipos, pues se estima que cuatro de cada 10 botellas de este producto vendidas en el país son apócrifas.
María Guadalupe Pérez Caballero, académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, explicó que los métodos universitarios permiten caracterizar tequilas por su tiempo de añejamiento (blanco, reposado, añejo y extra añejo), categoría (cien por ciento agave y mixtos); distinguirlos de otras bebidas, como destilados de agave o mezcales; además de que en algunos casos también es posible saber la calidad de los mismos.
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La especialista detalló que las técnicas fueron realizadas con base en la quimiometría, un área de la química que emplea modelos matemáticos y estadísticos para diseñar y optimizar experimentos encaminados a obtener información de un grupo de sistemas químicos, para el análisis de un número elevado de muestras y variables.
Desde 2008, Pérez Caballero ha trabajado con José Manuel Andrade Garda, de la Universidad de Coruña, España, considerado una autoridad internacional en técnicas quimiométricas; con quien ha desarrollado metodologías para garantizar la autenticidad del tequila. Por sus aportes, desde 2016 la entidad multidisciplinaria y el Consejo Regulador de Tequila AC (CRT) mantienen colaboración.
De acuerdo con la científica esta aportación también contribuye a consolidar la industria tequilera, pues el tequila se ha convertido en la bebida alcohólica más vendida en el país y se exporta a más de 120 naciones. Según datos del CRT, de enero a noviembre del año pasado se exportaron más de 209 millones de litros, el 82.4 por ciento fue para Estados Unidos.
El posicionamiento del producto es vital, pues esta industria además de producir ingresos por mil 300 millones de dólares anuales, es un importante generador de empleos.