De acuerdo con la informaci\ón publicada en la revista Nature, la compa\ñ\ía obtuvo registro de pruebas m\édicas, incluyendo an\álisis bioqu\ímicos de sangre y resultados de conteo celular, de 149.000 personas cuya identidad es an\ónima con una media de edad de 55 a\ños.
Los datos inclu\ían g\énero, edad y si eran fumadores o no, donde 49.000 eran consumidores de tabaco.
Se utiliz\ó una tecnolog\ía con el uso de redes neuronales profundas para predecir la edad biol\ógica de las personas en funci\ón con los datos m\édicos y compararon las cifras con su edad cronol\ógica.
La edad biol\ógica de los fumadores result\ó ser del doble de su edad cronol\ógica en comparaci\ón con las que no fuman, mientras que los fumadores contaban con una edad biol\ógica 1.5 veces mayor a su verdadera edad.
Parte de los fumadores menores a 30 a\ños en realidad ten\ían una edad biol\ógica entre 31 y 40 a\ños y las personas cuya edad real vacilaba entre los 31 y 40 a\ños el 43% mostr\ó tener una edad biol\ógica de entre 41 y 50 a\ños.
La tendencia del envejecimiento entre fumadores no fue tan pronunciada como a los individuos analizados con edades mayores a 50 a\ños.