El reptil es perteneciente a la especie Orobates Pabsti, pero se conserv\ó en estado completo en dos ejemplares.
Adem\ás de disponer de los esqueletos, tambi\én se cuenta con las huellas bien conservadas que iban dejando en el suelo a su paso, todo el material ha permitido a los paleont\ólogos reconstruir las articulaciones y su manera para moverse.
El animal med\ía un metro y medio, ten\ía un cuerpo y cola largos, con patas y un cr\áneo muy peque\ño, el modelo tridimensional permiti\ó a los investigadores recaudar nueva informaci\ón sobre estos animales, esto publicado en la revista Nature.
En el comunicado de la Universidad Humboldt de Berl\ín, los cient\íficos esperan que este ensayo ayude a entender c\ómo los animales salieron de los oc\éanos para habitar tierra firme, adem\ás que este ejemplar particular era capaz de alejarse del agua mucho m\ás de lo que se pod\ía imaginar en aquellos primeros vertebrados.