Si no se hace nada para detener el derretimiento masivo del hielo marino en la Antártida, los niveles del mar aumentarán y todos los países costeros podrían verse seriamente amenazados por las inundaciones, alertó un equipo de científicos que han estudiando ese territorio durante décadas.
En la edición de la revista Nature, los especialistas están proponiendo dos escenarios, uno desalentador, y otros prometedor, para lo que podría suceder en 2070.
Los cientificos, nueve de ellos han ganado el Premio Tinker-Muse para Ciencia y Política en la Antártida, plantean escenarios de lo que podría suceder si el mundo no hace nada en los próximos 10 años para detener la destrucción.
La Antártida está cubierta por capas de hielo que se canalizan hacia los océanos a través de una red de corrientes de hielo y glaciares. Recientemente, el continente ha visto una reducción en la extensión de las plataformas de hielo flotantes.
El océano Austral que rodea el continente es vital para la salud de todos los demás. Absorbe más calor y carbono que cualquier otro océano, y al hacerlo, ayuda a disminuir la velocidad con la que la atmósfera se está calentando.
La región también hace un servicio real al devolver las aguas profundas ricas en nutrientes a la superficie, y exporta estos nutrientes a latitudes más bajas que dependen de ellos para mantener la vida en nuestros mares.
El agujero en el ozono , que se centra en esta región, es causado en parte por la liberación de clorofluorocarbonos que provienen de su aire acondicionado, latas de aerosol, solventes, refrigeración y otros procesos de fabricación.
El orificio permite demasiada luz ultravioleta, lo que contribuye a temperaturas más altas. Un viento más fuerte en el oeste, también debido al cambio climático, daña el hielo marino.
El aumento de la acidez del océano, un problema que se ve en todo el mundo debido a la mayor cantidad de dióxido de carbono de la contaminación, también daña a los animales que viven en las aguas y puede causar algunos problemas reproductivos con los peces.
En el primer escenario presentado en el nuevo informe, si nadie hace nada para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y el planeta continúa calentándose, el océano Austral y la Antártida podrían ver un gran derretimiento.
Aproximadamente una cuarta parte del volumen del hielo marino probablemente desaparecerán en 2070, eso está por encima de la tasa récord en la que el continente ya está perdiendo hielo marino.
Se cree que la Antártida ha perdido un promedio de 71 mil millones a 53 mil millones de toneladas métricas de hielo por año entre 1992 y 2011, según un nuevo estudio. Si el hielo marino se derrite, eso significaría un aumento en los niveles del mar en todo el mundo.
En el peor de los casos, para el año 2070, el mar probablemente se elevaría a aproximadamente medio metro de donde estaba en 2000.
Las costas de Estados Unidos probablemente verían un aumento del nivel del mar aún mayor, lo que causaría estragos y sería irreversible, además de cuantiosos daños materiales estimados en miles de millones de dólares.
En este escenario, la temperatura promedio aumentaría alrededor de 3.5 grados Celsius. Las Naciones Unidas consideran que un aumento de dos grados es “catastrófico”.
El agua en el Océano Austral podría volverse corrosiva para cualquier animal con caparazón. El océano más cálido crearía más icebergs, que deberían vigilarse cuidadosamente para proteger la pesca, el transporte marítimo y el turismo.
La pesca sería más difícil, ya que las poblaciones de peces disminuirían. Habría severas disminuciones de pingüinos y otras muertes de aves marinas y focas.
El estudio, en el cual participaron 88 científicos, es el segundo de una serie de evaluaciones previstas con intervalos de varios años por un equipo de científicos que colaboran con la NASA y la Agencia Espacial Europea.
A diferencia de otros estudios basados en una medición única, este equipo mide la pérdida de hielo con entre 10 y 15 satélites, además de tomar mediciones en tierra y realizar simulaciones informáticas, dijo el autor principal, Andrew Shepherd, de la Universidad de Leeds en Inglaterra.
Para el año 2070, si el mundo trabajara en conjunto y convirtiera la contaminación en una prioridad, limitando los gases de efecto invernadero, el segundo escenario predice que existe la posibilidad de que la Antártida se parezca mucho a lo que es ahora.