La lactancia disminuye la posibilidad de enfermedades en la madre y el bebé. A ella la protege contra cáncer de mama y de ovario, así como de sufrir fracturas de cadera.
Especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indicaron en un comunicado que amamantar a los recién nacidos les ayuda a prevenir obesidad, alergias e infecciones, además de que garantiza una alimentación segura y suficiente.
Luz Angélica Ramírez García, directora médica del Hospital de Gineco Obstetricia número 4, señaló que además en los niños, la alimentación materna previene también en los menores, el riesgo de desarrollar hipertensión, diabetes y aumento del colesterol.
Durante este periodo, las madres deben tener una alimentación variada y balanceada como se describe en el plato del buen comer; consumir productos que tengan omega 3 y 6, como aguacate, aceite de oliva y pescados, por el contenido de ácidos grasos que favorecen el desarrollo cerebral de los niños.
Además de tomar por lo menos tres litros de agua para mantener la adecuada proporción de leche.
El tiempo ideal para amamantar a un bebé es de seis meses como alimentación exclusiva, y de dos años o más como parte de la alimentación complementaria, lo que también favorece a las madres porque les ayuda a recuperar el peso que tenían previo al embarazo.
Ramírez García mencionó que la lactancia es la mejor estrategia para abatir enfermedades y el índice de mortalidad, al tiempo que genera un vínculo significativo entre madre e hijo.
Esta práctica fortalece la integración familiar y el desarrollo de los niños, quienes crecerán sanos y seguros, como adultos inteligentes, saludables y con mejores condiciones de desarrollo, dijo la neonatóloga, quien encabeza la aplicación de la Iniciativa Hospital Amigo del Niño y de la Niña, a favor de la lactancia materna.