Unas tenues y misteriosas microondas que emanan de sistemas estelares más allá de la Vía Láctea podrían ser causadas por diamantes diminutos, según una investigación que publica hoy la revista británica Nature Astronomy.
Durante años, los científicos han podido medir el brillo de estas ondas, denominadas Emisión Anómala de Microondas (AME, siglas en inglés), procedentes de varias regiones del espacio, pero sin poder identificar la fuente exacta, añade el estudio.
Sin embargo, una investigación de expertos de la Universidad de Cardiff (Gales) ha concluido que es probable que las microondas procedan de cristales de carbón, es decir nanodiamantes, presentes en el polvo y el gas que rodean a las estrellas recién formadas.
Este conjunto de polvo y gas, denominado disco protoplanetario, es donde los planetas empiezan a formarse y contiene una gran cantidad de moléculas orgánicas.
Foto: Nanodiamantes responsables de ondas espaciales / PhysOrg
Las condiciones de calor extremo que hay dentro de esos discos son ideales para la formación de nanodiamantes, miles de veces más pequeños que un grano de arena y que suelen hallarse en meteoritos.
“Sabíamos que algunos tipos de partículas eran responsables de la luz de microondas, pero su fuente precisa ha sido un rompecabezas desde que fueron detectadas primero hace 20 años”, señaló la autora principal de la investigación, Jane Greaves, de la Escuela de Física y Astronomía de la Universidad de Cardiff.
“En un método de Sherlock Holmes (el popular detective de ficción) de eliminar otras causas, podemos decir con confianza que el mejor y posible único candidato capaz de producir este brillo de microondas es la presencia de nanodiamantes alrededor de estas estrellas de nueva formación”, agregó Greaves.
Para el estudio, el equipo observó el brillo procedente de tres nuevas estrellas utilizando los telescopios Robert C.Byrd Green Bank en West Virginia (EE.UU.) y el Australia Telescope Compact Array.
“Esta es una genial e inesperada resolución al rompecabezas de radiación anómala de microondas”, concluyó Greaves.