Científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) trabajan en explorar y caracterizar nuevos yacimientos de interés petrolero en el subsuelo de la planicie costera y marina del sureste del Golfo de México, lo que permitirá aumentar las reservas del energético.
Un equipo de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA), Unidad Ticomán, ha identificado estructuras sepultadas en el subsuelo e integrado material ya reconocido de pozos perforados en áreas cubiertas por el mar.
Los resultados obtenidos han permitido diseñar estructuras en 3 dimensiones del subsuelo estudiado a nivel regional y local, mediante la elaboración de mapas y secciones geológicas denominadas estratigráficas y estructurales, cuya finalidad es conocer y estudiar los horizontes geológicos penetrados por la barrena de perforación, para proponer nuevas áreas por excavar.
El alumno Juan Carlos Zarazúa Saucedo señaló que el proyecto propone localizaciones precisas para perforar con certeza, en los sitios seleccionados regionalmente mediante el análisis de rocas, el uso de gráficas geofísicas y fósiles obtenidos de las capas almacenadoras de petróleo, para la exploración de hidrocarburos.
“Lo que buscamos al configurar estos planos es identificar regionalmente las secuencias litológicas de interés petrolero y definir estructuras susceptibles de acumular aceite (trampas estratigráficas y estructurales), porque el petróleo tiende a almacenarse en zonas de diferentes edades geológicas.
Lo primero que estudiamos es el material que viene de los pozos petroleros, después identificamos las manifestaciones del crudo en los distintos horizontes, porque una de las rocas más rica de México es de edad cretácica”, detalló.
Sin embargo, abundó que existen otras de edades como el Jurásico Superior y Cenozoico; todas localizadas en el subsuelo del sureste y sur del Golfo de México.
Indicó que seguir buscando petróleo es muy importante para el país en el ámbito social, industrial y económico, porque actualmente, además de los combustibles, hay gran cantidad de derivados del éste que son empleados para la fabricación de productos que usamos diariamente; entre otros, hay aceites, pinturas, plásticos, detergentes, etcétera.
“Todavía hay una dependencia industrial y económica de los hidrocarburos. Hay que seguir buscándolo, además de los combustibles, existen gran cantidad de derivados del petróleo que son empleados para la fabricación de productos que usamos diariamente. Se conocen algunas alternativas que solo representan un mínimo ahorro y no sustituyen el uso de combustibles fósiles que por sus elevados costos, son inaccesibles para la población en general. Por ejemplo, la industria militar o aeronáutica, entre otras, no funcionan con energías renovables”, finalizó Zarazúa Saucedo.