Comer de manera poco saludable y con más sal que la recomendada al día, el sedentarismo y la herencia genética, son causas que facilitan el desarrollo de la hipertensión hasta en un 95 por ciento de la población mexicana, dijo el especialista Héctor Ramón Jáuregui García.
El médico adscrito al servicio de Urgencias del Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, señaló que las personas no cuidan su alimentación y no realizan ejercicio.
En el marco del Día Mundial de la Hipertensión, que se conmemora el 17 de mayo, lamentó que en México se acostumbre ponerle sal a la comida, incluso antes de probarla, superando por mucho los seis u ocho gramos necesarios para el organismo y aumentando el riesgo de alterar la presión arterial, así como retención de líquidos en el cuerpo.
“Por lo general el perfil del paciente hipertenso es el de una persona mayor de 40 años que no hace ejercicio, tiene sobrepeso, tiene familiares cercanos con la enfermedad y hábitos nocivos como el tabaquismo”, subrayó.
Sin embargo, refirió que en los últimos años, la edad de inicio de este problema ha disminuido, de manera que hay pacientes de 25 o 30 años de edad que ya requieren tratamiento farmacológico para regular su presión arterial.
Añadió que comúnmente a la hipertensión se le conoce como “el enemigo silencioso” porque sus síntomas sin indefinidos, semejantes a los de otras patologías, como dolores de cabeza, náuseas, mareo y zumbidos del oído.
Foto: Infografía IMSS
“Si no se trata por un médico desde el inicio de la sintomatología, las consecuencias son daños severos a diversos órganos y tejidos”, afirmó el especialista del Seguro Social.
Jáuregui García explicó que como se eleva la presión arterial y los vasos sanguíneos tienen terminaciones en prácticamente todo el cuerpo, los daños son variados y se dan de manera crónica e incluso a largo plazo.
“Los principales son a nivel cardiaco, renal y cerebral. La importancia de que las personas se hagan chequeos oportunos es hacer detecciones tempranas y evitar tales lesiones”, recalcó.
Para prevenir la enfermedad, dijo Jáuregui García, el paciente debe tener actividades físicas programadas por lo menos tres veces a la semana, con una duración mínima de 30 minutos por sesión, así como alimentarse de acuerdo a las indicaciones de su médico, hidratarse con agua simple y evitar el consumo de tabaco.
El especialista aseguró que si se siguen estas recomendaciones con disciplina la persona puede mantenerse controlada incluso sin medicamentos, únicamente haciendo mejoras en su estilo de vida, pero siempre bajo supervisión de un experto en salud.