Con un tránsito promedio de 250 mil personas por hora en la calle Francisco I. Madero del Centro Histórico de la Ciudad de México, “se podría generar electricidad a través de sus pisadas”, consideran Viviana Molina Arreola, Selene Guadalupe Gálvez Salazar y Sandra Marcela Rojas Gutiérrez, estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
La posible instalación de un sistema de placas piezoeléctricas haría que el simple paso de los visitantes funcione el alumbrado público que se encuentra en esta vía pública.
De acuerdo con el proyecto de las alumnas de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Biotecnología (Upibi), el corredor de Madero es la mejor ruta para instalar este sistema de energía generada a través de las pisadas y ahorrar gastos en consumo en comparación con la generación de energía de otras fuentes.
Foto: Equipo de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Biotecnología, alumnas Viviana Molina Arreola, Selene Guadalupe Gálvez Salazar y Sandra Marcela Rojas Gutiérrez.
Las politécnicas explicaron que la energía piezoeléctrica se debe a un fenómeno de los cristales y cerámicas para generar un potencial eléctrico en respuesta a un estímulo mecánico aplicado. Aunque su descubrimiento data de hace más de un siglo, hasta hace pocos años no había sido posible utilizarla como una fuente masiva de energía en México.
Las alumnas de la Upibi determinaron utilizar la configuración de apilamiento que opera en el modo 33, que es la presión de la pisada por parte del peatón, la cual ocasiona que la baldosa sea forzada y polarizada en la misma dirección.
“El fenómeno de la piezoelectricidad es un buen ejemplo de las energías alternas, se dice que hay una fuente mayor de energía y está justo debajo de nuestros pies”, comentaron.
Para llevar a cabo el proyecto se requerirán 16 mil 624 placas piezoeléctricas para generar un potencial de 57 mil 452.54 kilowatts al día. Si se toma en cuenta que la potencia requerida por las luminarias actuales es de 124.8 kilowatts por día, se tendría un excedente de aproximadamente el 99 por ciento de la energía generada por la piezoelectricidad, la cual puede ser suministrada a la red de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Informaron que el corredor peatonal Madero mide un kilómetro y cuenta con 130 luminarias, modelo OV15, cuyo consumo energético es de 80 watts por hora e indicaron que el estudio puede aplicarse a cualquier calle o plaza pública con un elevado flujo de personas.
Foto: Calle Francisco I. Madero del Centro Histórico de la Ciudad de México.
Es importante mencionar que se debe implementar un piezoeléctrico capaz de generar voltajes grandes para cargar una o más baterías, por lo cual la configuración de apilamiento y el uso de material como el Titanato Zirconato de Plomo, también llamado PZT garantizarán dicho requisito.
Detallaron que para el diseño de la placa piezoeléctrica tomaron en consideración las siguientes variables: el peso de hombres y mujeres, así como la fuerza de gravedad, largo y ancho del pie. Con esta información se pudo calcular el ancho, largo y espesor de la placa, además de la cantidad de energía a producir (voltaje) en cada pisada.
Las dimensiones de la placa son 60 centímetros de largo por 60 de ancho y tres de espesor; fabricada en acero y recubierta con acrílico. Este sistema piezoeléctrico se puede aplicar en asfalto, hormigón o cemento compuesto, no daña calles o avenidas.
Con la generación de 57 mil 452.54 kilowatts al día por las placas se dejarían de emitir 10 mil 482.98 toneladas de dióxido de carbono al año.
Al momento han presentado su propuesta al director de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came), Martín Alberto Gutiérrez Lacayo, para impulsar su posible instalación.