La vigilancia de la actividad solar, en especial de las tormentas solares, resulta prioritaria porque afectan a cuatro sectores estratégicos de la Tierra: la generación y distribución de energía eléctrica, la aviación civil y militar, la operación de satélites y los sistemas de posicionamiento global (GPS), alertó Juan Américo González Esparza, jefe del Servicio de Clima Espacial México (SCiESMEX), adscrito al Instituto de Geofísica (IGf) unidad Michoacán de la UNAM.
El físico, quien también coordina el Laboratorio Nacional de Clima Espacial (LANCE, del IGf), explicó que México necesita un servicio dedicado a este tema porque tiene un potencial de desarrollo que utiliza tecnología espacial (satélites, GPS, telecomunicaciones), que resulta vulnerable ante un evento de este tipo.
Finalmente, González Esparza señaló que la red de instrumentos que opera el Laboratorio Nacional de Clima Espacial está ligada a la red de estaciones del Servicio Sismológico Nacional en todo el país, son receptores GPS que operan en tiempo real.
El servicio a cargo de la UNAM cuenta con una red de cinco observatorios y están desarrollando una red de cinco ionosondas que implementarán este año, además de una red de magnetómetros que reportarán en tiempo real y regionalmente cómo varía el campo magnético en diferentes regiones del país, y cómo responde ante eventos de clima espacial.