Un grupo de arqueólogos de Estados Unidos, realizaron un estudio para conocer de dónde obtenían agua dulce los antiguos habitantes.
Para ello, midieron la salinidad de las aguas costeras de la isla y comprobaron que su nivel permitía consumirla.
De acuerdo con el científico Carl Lipo, de la Universidad de Binghamton, en Nueva York, la porosa tierra volcánica absorbe rápidamente el agua de lluvia, hecho que explicaría la insuficiente cantidad de ríos y arroyos en el territorio insular.
Explicó que las aguas subterráneas fluyen montaña abajo y emanan de la tierra directamente en el lugar donde la porosa roca subterránea se encuentra con el océano.
Dijo que durante las mareas, el agua dulce iba a parar al mar, por lo que los pobladores aprovechaban esas fuentes de agua dulce.
Una vez revelado el misterio, los científicos investigarán si existe una relación entre la ubicación de las fuentes de agua dulce y los moáis, las esculturas monolíticas presentes en la isla.
Con información de RT