El “Reloj del Juicio Final“, un símbolo dirigido por un grupo de científicos sobre los riesgos que afronta el mundo, se paró hoy a dos minutos del desastre total, un margen que no era tan estrecho desde la Guerra Fría.
Los expertos del Boletín de los Científicos Atómicos de Estados Unidos situaron en dos minutos del apocalipsis el reloj (Doomsday Clock) para 2018, una representación del fin de la humanidad que desde el enfrentamiento entre Estados Unidos y la Unión Soviética nunca había estado tan cerca de una catástrofe nuclear.
Ahora, los insultos y la retórica arrogante del mandatario estadounidense, Donald Trump, y el cruce de amenazas entre Corea del Norte y su país son algunos de los principales motivos que han llevado al grupo de expertos a acercar el minutero treinta segundos hacia la medianoche, la hora figurada del juicio final.
“Estamos muy preocupados por la línea que está siguiendo Estados Unidos y por los comentarios faltos de templanza por parte del presidente”, dijo la presidenta del Bulletin of the Atomic Scientist, Rachel Bronson, sobre la deriva retórica del magnate.
El nuevo movimiento hacia ese mínimo histórico de la aguja supone trazar paralelismos entre la situación actual y la vivida en 1953, en plena Guerra Fría, después de que tanto los soviéticos como los estadounidenses realizaran sus primeras pruebas termonucleares en un plazo de tan solo seis meses.
El progreso del programa militar norcoreano, las tensiones en el sur de China, el incremento de armamento atómico en Pakistán e India, la escasa certidumbre sobre la continuidad de Estados Unidos en el pacto nuclear con Irán o las propias relaciones entre Washington y Moscú para el desarme fueron otros de los argumentos esgrimidos por los científicos.
Se trata del segundo año consecutivo, ambos después de que Trump fuera elegido presidente, en el que el comité reduce en treinta segundos la distancia al fin del mundo.
Bronson afirmó que la sorpresa no llega debido a los improperios lanzados por el líder norcoreano, Kim Jong-un, sino del propio Trump: “Estamos acostumbrados a la retórica de Corea del Norte, pero no estamos acostumbrados a que Estados Unidos responda”, incidió.
La experta explicó que el mandatario estadounidense ha estado “muy rápido y perdido” en sus afirmaciones sobre temas nucleares, en concreto respecto a Corea del Norte, una actitud que ya dejó patente en la propia campaña electoral de 2016 y tras ser elegido máximo responsable del país.
Para Bronson, que tiene esperanzas de que la coyuntura mejore, tanto la línea seguida por la Administración estadounidense en materia nuclear como el tono mantenido por el propio Trump “no ayudarán a un futuro más seguro”, por lo que “se necesita menos de esa retórica”.
Bajo el Gobierno de Barack Obama (2009-2017), la organización redujo en dos ocasiones el plazo hacia media noche, pasando de seis a tres minutos en total.
El momento en el que más lejos se ha encontrado la aguja de la medianoche fue en 1991, con la Guerra Fría oficialmente finalizada y el reloj retrocediendo hasta los 17 minutos de margen.
Además de la amenaza de catástrofe nuclear, el otro frente destacado para elevar el nivel de alerta fue la preocupación global por el cambio climático y la falta de acción por parte de las potencias.
En la presentación del informe, el equipo de expertos enfatizó el abandono de EE.UU. de su liderazgo internacional en la lucha contra el cambio climático tras abandonar el Acuerdo de París sobre el clima -único país fuera de este- y suprimir el Plan de Energía Limpia contra las emisiones a nivel nacional, entre otras decisiones desreguladoras.
El proyecto del temido minutero arrancó después de que la carrera internacional por el armamento nuclear viviera su episodio más oscuro con el lanzamiento por parte de Estados Unidos, de las bombas atómicas de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en 1945.
Entonces, un grupo de científicos del Proyecto Manhattan empezó a publicar una revista sobre los retos del apocalipsis ante la amenaza nuclear, pero no fue hasta 1947 cuando crearon el ilustrativo símbolo del reloj para transmitir la trascendencia de la situación.