El exceso de emisiones de óxido de nitrógeno -un producto cancerígeno- de motores diésel por encima de los valores límite establecidos es responsable de unas 5 mil muertes prematuras cada año en los países de la Unión Europea, Noruega y Suiza.
Esa es la conclusión a la que han llegado los autores de un nuevo estudio realizado por el Instituto Meteorológico Noruego en cooperación con el Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA, por su siglas en inglés) de Austria y la Universidad de Tecnología Chalmers de Suecia.
La investigación se concentró en el efecto de esas emisiones excesivas en la salud de los europeos.
“Este nuevo estudio estima que cada año unas 10 mil muertes prematuras pueden atribuirse a las emisiones de óxido de nitrógeno de los automóviles, furgonetas y vehículos comerciales ligeros de motores diésel”, explica el “IIASA” en un comunicado publicado hoy.
Y alrededor de la mitad de esas muertes, es decir, unas cinco mil, “se deben a que las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) son mucho más altas que los valores límite establecidos”, añade.
“Más del 90 por ciento de esas muertes prematuras son causadas por enfermedades respiratorias y cardiovasculares relacionadas con la exposición a partículas finas”, de las que “el NOx es un precursor clave”, destacan.
La situación ha ido empeorando en los últimos años, pues “la proporción de coches diésel en la UE ha aumentado hasta alcanzar cerca del 50 por ciento de la flota”, con lo que actualmente hay más de cien millones de esos motores circulando en Europa, lo que supone “el doble que en el resto del mundo”.