La próxima generación de antenas podría ser hasta 100 veces menor que las actuales antenas compactas, si se fabrica utilizando un nuevo enfoque de diseño descrito en la revista Nature Communications de esta semana, y que se basa en una nueva tecnología podría tener aplicaciones potenciales para sistemas de comunicaciones inalámbricos portátiles como teléfonos inteligentes, antenas bio-implantables y bio-inyectables, e internet de las cosas.
Las antenas tradicionales son estructuras metálicas rígidas que están dimensionadas para ser resonantes con una longitud de onda específica de radiación, lo que pone límites a la miniaturización.
La nueva antena desarrollada por Nian Sun y sus colegas de la Universidad del Noreste en Boston, utiliza una membrana que es resonante no con una longitud de onda específica, sino en una frecuencia específica, lo que permite una gran reducción en el tamaño físico de la antena.