La larga exposición y la luz que emanan el celular, la laptop o el televisor, afectan el sueño y esta situación deriva en irritabilidad, cansancio y agresividad en las personas, advirtió la jefa del Servicio de Neurología del Hospital Universitario (HU), Beatriz Chávez Luévanos.
La especialista enfatizó que “la luz de los dispositivos afectan los niveles de la hormona melatonina, que es la que regula los ciclos del sueño y generalmente se produce durante la noche, y si estás expuesto por demasiado tiempo a la luz hace que no se produzca de buena forma o de modo más lento de lo normal”.
Destacó la relación que existe entre la alteración del sueño en personas de cualquier edad y la exposición a la luz de un celular, tableta, computadora e incluso, un televisor.
Explicó que “va dificultando la capacidad de la persona para iniciar el sueño y quedarse dormido, y a veces se confunde con insomnio”.
Asimismo, indicó, “el hecho de que se use algún dispositivo electrónico afecta la producción y altera ciertas hormonas y enzimas que se originan durante las primeras horas del sueño”.
Por ejemplo, expuso, un niño de primaria que no duerme las horas requeridas y toma una tableta en la noche, le afecta en su capacidad para iniciar el sueño.
Manifestó que es importante saber que en las primeras horas al momento de dormir, se produce la hormona de crecimiento en los infantes.
La especialista resaltó el caso anterior, porque en la actualidad en el HU están viendo a niños con talla baja y uno de los problemas es la disminución de las horas que duermen.
Entre los efectos adversos por no dormir bien destacó que “la capacidad cognitiva de las personas disminuye, se empiezan a olvidar las cosas, hay una falta de concentración y una torpeza para hacer las actividades durante el día”.
También, resaltó, “existe irritabilidad, enojo, agresividad y estos síntomas son más comunes en los niños”. Además, aparece el cansancio, que es más frecuente en los adolescentes y jóvenes.
“Se presenta como una especie de inhibición de la persona, por ejemplo, un adulto está en una reunión de trabajo y por más que estén hablando de temas relevantes, no hay una atención a lo que se está diciendo”, señaló.
Refirió que un bebé debe de dormir 12 horas al día; un niño en etapa escolar, de nueve a 10 horas; un adolescente de ochop a nueve horas, mientras que un adulto, ocho horas.
De acuerdo con la Academia Americana del Sueño, expresó, no debe haber ningún aparato electrónico cerca cuando menos una hora antes de ir a dormir, independientemente de la edad de la persona.
Manifestó que se requiere tener una organización antes de dormir, es decir, una programación de la cena, el baño, el horario para ver televisión y evitar todos los dispositivos móviles, además de contar con un sitio cómodo y ventilado para descansar.