Los meteoritos, que en su enorme mayoría son remanentes de nebulosas de donde se formaron los planetas, nos brindan información sobre los procesos químicos de la Tierra antes de la aparición de la vida, explicó Antonio Lazcano Araujo, profesor emérito de la Facultad de Ciencias.
En ese sentido, existen meteoritos metálicos como aquellos que se encuentran en el Palacio de Minería, muy interesantes para conocer el origen del Sistema Solar y de la Tierra, pero también tenemos los meteoritos llamados pétreos, señaló el académico universitario.
Esta última clasificación resulta de gran interés para aquellos científicos dedicados al estudio del origen de la vida, porque algunos pueden contener compuestos orgánicos como aminoácidos, bases purinas (adenina y guanina) que encontramos en el ADN, e incluso remanentes de azúcares.
En realidad, esta es la única prueba que tenemos de las moléculas orgánicas comparables, y en algunos casos, son idénticas a las que vemos en los seres vivos, pero que se han formado en procesos extraterrestres.
Así, los meteoritos son una especie de fósiles de la química del Sistema Solar primitivo, y cuando los estudiamos y analizamos identificamos información sobre una época muy temprana, de cuando la vida estaba apareciendo en la Tierra, concluyó.