Desde las alertas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el riesgo de obesidad por el tiempo dedicado a los videojuegos; hasta estudios publicados en The American Journal of Clinical Nutrition sobre el vínculo de las sesiones dedicadas ante la pantalla, es innegable el aumento en la ingesta de alimentos de menores de 12 años pese a no tener apetito durante el tiempo dedicado ante consolas y computadoras.
Esta práctica refuerza en menores de edad y jóvenes el sedentarismo y el consumo de dietas hipercalóricas, por lo que un grupo de expertos de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM propone revertir las consecuencias negativas para aprovechar el gusto de niños y adolescentes por los videojuegos para erradicar el sobrepeso.
“Así nació Uno, Dos, Tres por Mí, plataforma de libre acceso diseñada para que la población infantil tome conciencia sobre la obesidad, y para promover hábitos de alimentación saludables mediante juegos y aplicaciones que integran realidad virtual y aumentada. La información es fácilmente digerible para cualquier alumno de primaria y contamos con apartados destinados a padres y profesores”, explicó Emmanuel Castillo, coordinador de Desarrollo Tecnológico de esta iniciativa.
Por ejemplo, en uno de estos programas, el niño observará en pantalla diferentes comestibles y con la dinámica de un videojuego de “disparos” o “shooter”, el jugador debe escoger grupos alimenticios a partir de municiones de colores y dar en el blanco.
En opinión de Castillo, antes de jugar, “el pequeño ya debió haber consultado y entendido el material informativo proporcionado a fin de saber a qué clasificación pertenece un queso, una manzana o un trozo de pan. Así, estos ejercicios de destreza y diversión vienen a ser una forma de reforzar lo ya aprendido”.
Al respecto, el también integrante del Laboratorio de Enseñanza Virtual y Ciberpsicología (LEVyC) de la FP refirió que Uno, Dos, Tres por Mí está dirigido a niños de ocho a 12 años “porque nuestra apuesta está en la prevención y a esa edad es más fácil erradicar hábitos nocivos que de mantenerse, serán un lastre en la adultez”.
Desde hace casi un año, una docena de personas —entre psicólogos, programadores y nutriólogos— han aportado sus conocimientos y propuestas para desarrollar la plataforma Uno, Dos, Tres por Mí, la cual se espera que esté lista y a disposición del público (vía internet) en pocos meses.
“En esta faena hemos recibido apoyo de la UNAM y de la Fundación Gonzalo Río Arronte”, explicó Betzabé Sánchez García, coordinadora operativa del LEVyC.
Al abrir Uno, Dos, Tres por Mí en la computadora, el usuario se encuentra con un menú que se despliega en toda la pantalla mediante personajes de caricatura que flotan en un fondo azul índigo y que, con poses dinámicas y una gran sonrisa, invitan a los usuarios a acceder a secciones tan diversas como Nutrición, Influencias, Porciones, Cuestiones Culturales y Zona Arcadia.
La parte visual también es muy importante, agregó Emmanuel Castillo, pues la idea es que la plataforma resulte amigable y atractiva para cualquier menor.
Sobre el nombre del juego, Castillo señaló que rescataron la frase de un tradicional juego infantil en el que, al ver la oportunidad, un niño corre y toca base al tiempo que grita “¡uno, dos tres por mí y por todos mis compañeros!”, con lo que se pone a salvo a sí mismo y, al hacerlo, ayuda a los demás.
“Creemos que retrata de forma fiel el espíritu de nuestra plataforma y su propuesta, pues además de a los pequeños, nuestra meta es involucrar a padres y maestros para beneficiarnos todos. Combatir la obesidad es una tarea en la que la presencia de cada uno cuenta”.