En 2017 seguirá la tendencia de climas extremos e inusuales registrados el año pasado en todo el orbe, pronosticó la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
En ocasión del Día Meteorológico Mundial, que se celebra el 23 de marzo, el organismo dio a conocer su “Declaración anual sobre el estado global del clima”, el cual indica que 2016 fue el año más cálido del que se tenga registro.
Se tuvo una temperatura 1.1 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, lo que representa un aumento de 0.06 grados sobre el récord anterior registrado en 2015.
“Las temperaturas medias mundiales de la superficie del mar también fueron las más elevadas. El nivel del mar a escala mundial siguió aumentando y la extensión de los hielos marinos del Ártico se situó muy por debajo del promedio durante la mayor parte del año”, precisó el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
Advierte que el calor en el océano podría haberse incrementado más de lo que se había reportado, mientras la tasa de aumento del dióxido de carbono en la atmósfera no ha bajado.
De acuerdo con el documento, el intenso episodio del fenómeno climático El Niño de 2015-2016 produjo un mayor calentamiento el año pasado, además del cambio climático a largo plazo provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero.
Las temperaturas registradas en los años de episodios intensos de El Niño (1973, 1983 y 1998) suelen ser entre 0.1 y 0.2 grados más elevadas que los niveles de fondo, y las temperaturas de 2016 concuerdan con esa tendencia, refirió el OMM.
Fuera del Ártico, las temperaturas elevadas de 2016 se caracterizaron más por su uniformidad en todo el mundo que por su carácter extremo en lugares específicos.
En tanto, el director del Programa Mundial de Investigaciones Climáticas, David Carlson, señaló que aún sin la presencia de un episodio de El Niño en 2017, se observan otros cambios notables en todo el planeta.
Durante este invierno boreal, al menos tres veces se ha observado en el Ártico el equivalente polar de una ola de calor, y la presencia de intensas tormentas del Atlántico ha impulsado la entrada de aire cálido y húmedo.
Lo anterior significa que en pleno invierno ártico y durante el periodo de recongelamiento de los hielos marinos hubo días en los que se estuvo cerca del punto de fusión.
Mencionó que los hielos marinos de la Antártida también han presentado un nivel bajo sin precedentes, en contraposición con la tendencia observada en los últimos años.
Los cambios que se producen en el Ártico y el derretimiento de los hielos marinos provocan configuraciones más amplias de circulación oceánica y atmosférica, lo que afecta las condiciones meteorológicas en otras partes del mundo, debido a las olas de las corrientes en chorro (las bandas de aire de rápido movimiento que ayudan a regular las temperaturas).
En consecuencia, concluye el reporte, se observaron algunas regiones con temperaturas inusitadamente templadas, entre ellas Canadá y gran parte de Estados Unidos, mientras que en otras, como la península arábiga y el norte de África, se registraron condiciones inusualmente frías a comienzos de 2017.