Un equipo de científicos y restauradores completaron sus trabajos en el sitio de la tumba de Jesús en la Ciudad Vieja de Jerusalén, que será reabierto el miércoles al público.
El grupo trabajó durante los últimos nueve meses en la Iglesia del Santo Sepulcro y se centró en las pequeñas estructuras sobre el lugar de entierro, conocido como el Edículo.
Según las creencias cristianas, el cuerpo de Jesús fue enterrado en el lugar que luego se convirtió en la Iglesia del Santo Sepulcro. Los especialistas también repararon otras partes del templo, dijo el supervisor del proyecto.
La estructura necesitaba conservación y ser reforzada, incluyendo la instalación de una red de drenaje subterránea para agua de lluvia y aguas servidas, dijo el lunes Antonia Moropoulou, profesora de la Universidad Nacional Técnica de Atenas. Moropoulou dirigió las obras en el lugar.
Las confesiones griega-ortodoxa, armenia y católica comparten la custodia de la iglesia, donde las tensiones con frecuencia son altas por el control de sus sectores. Las disputas entre ellas retrasaron los trabajos de restauración por más de 200 años.
Los trabajos comenzaron recién el año pasado cuando la iglesia fue considerada insegura por las autoridades israelíes, que han controlado Jerusalén Oriental desde su captura en la guerra de Oriente Medio de 1967.
Cada confesión colaboró y el rey Abdulá de Jordania también hizo una donación personal al proyecto, que tuvo un costo cercano a los 3,3 millones de dólares, según reportes de medios.