Originario de Tlapa de Comonfort, Vladimir Sierra Casiano, estudiante mixteco de 16 años matriculado en la Escuela Nacional Preparatoria plantel 6 “Antonio Caso”, por segundo año consecutivo es triunfador de la Olimpiada Universitaria del Conocimiento.
Ganador de la medalla de oro en la sexta versión del certamen de bachillerato, correspondiente a 2016, el joven Sierra Casiano se autodefine como un alumno “dedicado”.
“Para ser un buen estudiante el secreto es encontrar una motivación personal, algo que te mueva a ir a la escuela, a hacer las tareas; tener un objetivo claro y estar decidido a llegar a él”, explicó el bachiller con promedio de 9.5, y becario del Sistema de Becas para Estudiantes de Pueblos Indígenas y Negros de México del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad.
El bachiller Vladimir Sierra tiene una amplia experiencia en concursos de matemáticas, pues desde la secundaria comenzó a participar en ellos. Un siguiente paso era concursar en la Olimpiada, en donde obtuvo la medalla de plata en 2015, y la presea dorada en 2016.
Sierra es hijo de un maestro de primaria y un ama de casa, y el menor de cinco hermanos, permaneció en su pueblo hasta concluir la educación básica. Para cursar el bachillerato, tuvo una ventaja sobre otros chicos de la localidad que se quedan a estudiar allá: sus hermanos, uno de 22 años y otro de 24, ya estaban establecidos en la Ciudad de México, razón por la cual elegió la Preparatoria 6 de la UNAM.
El principio siempre cuesta trabajo, pero el suyo fue en los no tan lejanos años de secundaria, cuando tuvo profesores y asesores que le dieron clases y entrenamiento para concursar. Se trata, aseguró, de maestros muy buenos y “creo que son ellos quienes me asesoraron más”. En la Prepa, los docentes lo invitaron a participar. Fue un trabajo colaborativo de todos los académicos que lo han formado.
Por ahora, dentro de las matemáticas a Vladimir le gusta un poco más el álgebra. En la secundaria se trataba más de memorizar procedimientos, pero en el nivel medio superior hay que resolver cuestiones más complejas, y eso le atrae. Y como aún le queda otro año de estudios en la Prepa, piensa volver a concursar en la Olimpiada.
También ha decidido que elegirá el área uno para cursar el sexto año en la ENP, pero aún duda qué carrera seguirá en la licenciatura; sus principales opciones son Ciencias de la computación o Ingeniería mecatrónica, aunque es casi seguro que optará por la primera. “Me gusta mucho porque mezcla matemáticas y programación, y tiene mucho futuro; siento que tengo aptitudes”, detalla la UNAM en un comunicado.