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AUDIO: Patricia Fuentes de Iturbide, jefa del Departamento de Información en Salud Mental del Instituto de Psiquiatría.
Investigadores del Instituto Nacional de Psiquiatría Dr. Ramón de la Fuente Muñiz desarrollaron la aplicación móvil “Qué pasa si te pasa”, para evaluar el conocimiento que tienen los estudiantes de secundaria y bachillerato sobre el impacto a la salud por el consumo de drogas.
Se trata de un programa de prevención que tiene como objetivo aumentar la percepción de riesgo sobre el uso de estupefacientes entre la juventud. Este modelo piloto opera en algunos planteles de Aguascalientes, y en los próximos meses se aplicará en la Ciudad de México y el Estado de México.
La jefa del Departamento de Información en Salud Mental del Instituto y líder del proyecto de intervención, Patricia Fuentes de Iturbide explicó que la herramienta contiene datos elaborados con evidencia científica de los efectos que causa a la salud el consumo del alcohol, tabaco, marihuana, cocaína, inhalables y éxtasis.
El modelo de intervención está explicado en un lenguaje sencillo, con viñetas, comics y videojuegos, lo que permite aprender de manera lúdica todo lo relacionado con estas sustancias legales e ilegales.
En cada uno de los temas se enseña a los jóvenes a desarrollar habilidades como la toma de decisiones, negociación, planeación de futuro, asertividad, solución de problemas y resistencia a la presión de pares por el uso de drogas.
La aplicación interactiva muestra las consecuencias de las decisiones que se toman frente a determinados escenarios y no juzga el comportamiento.
Informó que los estudiantes que participan en este programa serán evaluados tres veces al año: la primera, para saber qué es lo que conocen sobre los temas; la segunda, lo que han aprendido y, la tercera, cómo lo aplican en su vida cotidiana.
La doctora Fuentes de Iturbide dio a conocer que este modelo de intervención se aplicará durante dos años y permitirá recabar información adicional sobre “qué es lo que sí saben nuestros jóvenes y qué no. Cómo están sus habilidades, y lo que hay que reforzar. Será el punto de partida para que todos los programas preventivos vayan en la misma dirección”.
Recordó que de acuerdo con encuestas nacionales sobre adicciones, las nuevas generaciones de jóvenes mexicanos tienen mayor riesgo de consumo de sustancias, debido a tres factores: el inicio de la ingesta a edades más tempranas; mayor disponibilidad y una baja percepción del peligro sobre su uso entre educandos de secundaria y bachillerato.
Detalló que la intervención -basada en el modelo de desarrollo de habilidades para la salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS)-, establece que, si la población desarrolla habilidades cognitivas e interpersonales, se proporcionará al sector juvenil herramientas que le permitan adaptarse y enfrentar mejor las situaciones de la vida cotidiana.