Fiesta astronómica en el planetario 'Luis Enrique Erro' del IPN

Durante la “Noche de las Estrellas”, la atracción principal fueron los telescopios: 128 equipos pequeños, grandes, computarizados o hechos a mano.

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Nuevamente el Planetario “Luis Enrique Erro” del Instituto Politécnico Nacional (IPN) fue anfitrión de la “Noche de las Estrellas”, la mayor fiesta astronómica de México. Al caer la noche el pasado sábado, cientos de personas acudieron a la cita para satisfacer su curiosidad sobre el misterio que representa el universo.

Este año el evento recordó y celebró un aniversario especial de la aventura del ser humano en el espacio, al cumplirse los 60 años del lanzamiento del Sputnik 1, el primer satélite artificial de la historia.

Con 28 actividades simultáneas, todos pudieron encontrar algo a su gusto. En el salón de talleres, los más pequeños tuvieron la oportunidad de familiarizarse con algunos principios de óptica y construir un sencillo telescopio. En otro momento, los niños visitantes conocieron la historia de la conquista del espacio al mismo tiempo que utilizaban papel, cartón y pegamento para armar reproducciones del Sputnik.

En la explanada, Angélica Romero, voluntaria del Planetario, guió a los asistentes en la tarea de construir una caja negra para explicar con ella cómo es que la luz forma imágenes en las cámaras fotográficas, los telescopios y en los ojos. 

Los guías de la Sala de Astronomía ofrecieron la caminata espacial, una de las actividades más solicitadas, vistiendo un traje espacial los pequeños participantes fueron guiados en un viaje imaginario sobre las primeras misiones espaciales y la importancia que han tenido para la humanidad.

La atracción principal, por supuesto, fueron los telescopios: 128 equipos pequeños, grandes, computarizados o hechos a mano, que los aficionados montaron en los jardines y que conforme el Sol bajó, se fueron levantando para enfocar los cuerpos celestes que la noche desveló.

Como un guiño de la historia, los asistentes tuvieron la oportunidad de ver pasar la Estación Espacial Internacional, visible a simple vista como un pequeño punto de luz, de la misma manera que la gente miraba el cielo en las noches de octubre de 1957 para ver pasar el Sputnik 1.