Cuando pensamos en tacones, lo primero que viene a la mente es feminidad, glamour y pasarelas. Sin embargo, la historia de este calzado revela un origen muy distinto al que hoy conocemos.
De acuerdo con un reportaje de National Geographic, los primeros zapatos de este tipo surgieron en Persia, durante el siglo XVI, como una herramienta de guerra.
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El origen guerrero de los tacones
Los jinetes persas utilizaban este tipo de calzado para mantenerse firmes en los estribos y disparar flechas con mayor estabilidad mientras cabalgaban. El diseño no tenía nada de estético, pues era un recurso práctico para la batalla. Posteriormente, este estilo viajó a Europa a través de intercambios diplomáticos y comerciales, donde rápidamente fue adoptado por la nobleza.
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En ese contexto, este tipo de zapatos se convirtió en un símbolo de poder y virilidad masculina. Para los aristócratas, vestir de manera poco práctica era sinónimo de prestigio, y el tacón se volvió la cúspide del estatus.
Luis XIV y el poder del rojo
Uno de los grandes impulsores de esta moda fue Luis XIV, el famoso “Rey Sol” de Francia. El monarca, que medía apenas 1.63 metros, encontró en este calzado una forma de ganar altura y reforzar su autoridad. No conforme con eso, ordenó que sus zapatos fueran rojos, un color reservado exclusivamente para la nobleza.
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Otros reyes europeos también se sumaron a esta tendencia. Carlos II de Inglaterra y Fernando VI de España aparecen en retratos luciendo tacones rojos, consolidando así estas zapatillas como parte esencial del atuendo masculino de las cortes del siglo XVII y XVIII.
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De la nobleza masculina a la feminidad
El furor por este calzado coincidió con un fenómeno curioso: mujeres nobles que comenzaron a adoptar prendas masculinas como sombreros, pipas y, por supuesto, zapatos con tacón. Sin embargo, la Revolución Francesa marcó un antes y un después. La vestimenta incómoda fue desterrada en favor de prendas prácticas que simbolizaban igualdad. Con ello, los tacones masculinos desaparecieron.
Fue hasta el siglo XIX cuando este calzado resurgió, pero ya como un elemento asociado exclusivamente a la feminidad. De acuerdo con la BBC, en la época victoriana estas zapatillas ayudaban a estilizar la silueta y reforzar la postura, lo que los convirtió en un símbolo erótico y glamuroso.
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¿Cómo se usan en la actualidad?
Hollywood, con figuras como Marilyn Monroe, catapultó aún más la popularidad de este calzado, pero también abrió el debate sobre su incomodidad y los riesgos para la salud.
Hoy, mientras los tacones siguen siendo sinónimo de elegancia femenina, varios diseñadores están recuperando su uso en la moda masculina, recordando que este accesorio nació, en realidad, en los pies de guerreros persas.
