Los 12 Pueblos Mágicos del Edomex que debes conocer a solo unas horas de CDMX

Con sus calles empedradas, historia y gastronomía, los Pueblos Mágicos del Edomex son una escapada perfecta desde la capital del país. Cada uno tiene un encanto especial, y lo mejor es que todos están a pocas horas de la Ciudad de México, listos para ofrecer cultura, naturaleza y tradición.

Tesoros del Edomex a tu alcance

El Estado de México es uno de los que más Pueblos Mágicos concentra en el país. Y no es casualidad, pues su ubicación, paisajes y legado histórico lo convierten en un mosaico de experiencias para todos los gustos.

A continuación, la lista de los 12 Pueblos Mágicos del Edomex y lo más representativo de cada uno:

Valle de Bravo – 145 km – Lago y deportes acuáticos

Es un paraíso para los amantes de la naturaleza y la aventura por su imponente lago Miguel Alemán como corazón del pueblo. Aquí puedes practicar vela, kayak, paddleboarding y parapente, sobrevolando paisajes montañosos. Además, su ambiente relajado invita a disfrutar de retiros de yoga, spas y una gastronomía local que complementa la experiencia.

Malinalco – 116 km – Zona arqueológica tallada en roca

Este encantador pueblo ofrece un equilibrio entre historia y naturaleza. Su templo-monasterio, tallado directamente en la roca del Cerro de los Ídolos, es una joya arqueológica única en México. Su pintoresco mercado tradicional y la calidez de sus habitantes suman a la vibra mística que rodea a este destino lleno de cultura prehispánica y colonial.

El Oro – 203 km – Pueblo minero histórico

Antiguo centro minero de oro y plata, El Oro conserva la esencia de su época de esplendor a finales del siglo XIX y principios del XX. Sus calles están adornadas con edificios y plazas señoriales que narran historias de bonanza minera. Sus museos y parques naturales hacen de este pueblo un destino que transporta al visitante a un pasado lleno de leyendas y tradiciones.

Metepec – 70 km – Árboles de la vida

Famoso por su exquisita alfarería, es el hogar de los icónicos “árboles de la vida”, piezas artesanales que reflejan la cultura y creatividad mexicanas. Pasear por sus calles empedradas permite descubrir talleres donde los artesanos moldean barro en obras de arte. Su plaza central, con la emblemática fuente de la Tlanchana, es punto de encuentro para disfrutar del arte popular y las tradiciones vivas.

Ixtapan de la Sal – 123 km – Balnearios y aguas termales

Este destino es reconocido por sus relajantes aguas termales y su amplia oferta de spas y balnearios. Es el lugar indicado si buscas desconectarte y revitalizar cuerpo y mente, pues combina su clima agradable con una infraestructura turística que incluye parques acuáticos, hoteles con servicios medicinales y una deliciosa gastronomía regional que invita a probar sabores únicos.

Tepotzotlán – 43 km – Museo Nacional del Virreinato

Conocido por su arquitectura barroca colonial, alberga el majestuoso Museo Nacional del Virreinato, que resguarda más de 34 mil piezas históricas. Sus calles empedradas y plazas ofrecen un paseo por la historia virreinal mexicana. El antiguo convento de San Francisco Javier es uno de los atractivos culturales más importantes del país, complementado por festivales y eventos tradicionales que llenan de vida al pueblo.

Aculco – 115 km – Cascadas y arquitectura colonial

Fusiona la belleza natural de sus cañones y cascadas con un centro histórico lleno de arquitectura colonial tradicional. Sus calles empedradas y plazas con arcos forman un escenario para una escapada tranquila. Además, es famoso por sus quesos artesanales, elaborados en ranchos cercanos, y actividades al aire libre como la escalada y el senderismo en el Cañón de Aculco.

Villa del Carbón – 84 km – Bosques y presas

Rodeado de montañas y vegetación exuberante, es un refugio natural donde se pueden practicar actividades como pesca deportiva, campismo y paseos a caballo. También es conocido por su tradición en la elaboración artesanal de botines charros, un calzado típico mexicano. Sus calles coloniales, techos de teja roja y tranquilos espacios naturales invitan a relajarse y disfrutar de la cultura local.

Jilotepec – 100 km

Se distingue por su riqueza cultural otomí y su entorno natural espectacular para los amantes del alpinismo, el senderismo y la vida al aire libre. Su principal atractivo es el Templo de San Pedro y San Pablo, un edificio histórico con elementos barrocos y un atrio rodeado de árboles majestuosos. Cerca, el Parque Las Sequoias alberga ejemplares jóvenes de estas coníferas gigantes, que prometen crecer hasta superar los cien metros.

Tonatico – 132 km – Parque natural y grutas

Destaca por sus impresionantes grutas y su parque natural protegido, un espacio para disfrutar de la aventura y la naturaleza. Sus aguas termales y cascadas complementan el escenario, mientras que sus tradiciones y monumentos históricos invitan a descubrir la riqueza cultural local. El clima semitropical de la región hace que sea un destino atractivo durante todo el año.

Otumba – 60 km – Feria del burro

Este pueblo pintoresco es conocido por celebrar cada año la peculiar Feria Nacional del Burro, una fiesta llena de actividades culturales, música y gastronomía típica. Adicionalmente, conserva una rica historia virreinal con conventos y museos que narran su pasado. Sus calles tranquilas y artesanías en madera y piedra completan la experiencia para quienes buscan una escapada cultural cerca de la ciudad.

San Juan Teotihuacán y San Martín de las Pirámides – 48 km – Artesanías, cultura prehispánica y pirámides milenarias

Este emblemático destino es hogar de las famosas Pirámides del Sol y la Luna, una de las zonas arqueológicas más importantes y visitadas de México. Conocida como la Ciudad de los Dioses, Teotihuacán fue un centro ceremonial y cultural prehispánico de gran influencia. A la sombra de estas estructuras milenarias, San Juan Teotihuacán ofrece una experiencia única para descubrir tradiciones ancestrales y artesanías típicas, especialmente en obsidiana.

Una escapada mágica y cercana

Visitar los Pueblos Mágicos del Edomex es una oportunidad para disfrutar de la riqueza cultural y natural de México, además está más cerca de lo que creemos.