SALUD

Estudio de Oxford revela que el COVID-19 aceleró el envejecimiento cerebral

Investigadores analizaron más de mil resonancias cerebrales y detectaron un envejecimiento acelerado, incluso en personas que nunca se contagiaron.

Este estudio sobre el COVID-19 refuerza la importancia de considerar los efectos a largo plazo de la pandemia.
Este estudio sobre el COVID-19 refuerza la importancia de considerar los efectos a largo plazo de la pandemia.Créditos: Canva
Escrito en TENDENCIAS el

Un estudio publicado en Nature Communications y liderado por la Universidad de Nottingham, con colaboración de expertos de la Universidad de Oxford, reveló que la pandemia de COVID-19 tuvo un impacto notable en la salud cerebral de las personas. 

Los científicos encontraron que el confinamiento, el estrés y el aislamiento social aceleraron el envejecimiento del cerebro, incluso en quienes no se infectaron con el virus.

La investigación se basó en el análisis de imágenes por resonancia magnética de cerca de mil voluntarios, tomadas antes y después del inicio de la pandemia. Utilizando inteligencia artificial, los expertos estimaron la “edad cerebral” de cada participante y compararon los cambios registrados durante ese periodo.

Virus. Créditos: Canva.

¿Qué encontró el estudio?

Los resultados indicaron que el cerebro de los participantes parecía, en promedio, 5.5 meses más viejo después del inicio de la pandemia, en comparación con los datos previos. Este cambio fue visible incluso en personas que no contrajeron COVID-19, lo que sugiere que los factores emocionales y sociales durante el confinamiento jugaron un papel clave.

El envejecimiento cerebral fue más notorio en hombres, adultos mayores y personas de contextos socioeconómicos desfavorecidos, de acuerdo con los investigadores.

¿Qué efectos podría tener?

Los científicos explicaron que este tipo de envejecimiento cerebral acelerado podría estar relacionado con un menor rendimiento cognitivo y una mayor vulnerabilidad mental, aunque aclararon que los efectos podrían ser reversibles con el tiempo y mediante hábitos saludables.

COVID-19. Créditos: Canva.

En contraste, las personas que sí se contagiaron con COVID-19 mostraron, además del envejecimiento cerebral, una disminución leve en funciones como la velocidad de procesamiento y la memoria de trabajo.

Este estudio sobre el COVID-19 refuerza la importancia de considerar los efectos a largo plazo de la pandemia no solo en términos físicos, sino también neurológicos y emocionales. Según los autores, entender estas secuelas podría ayudar a diseñar políticas públicas para mitigar el impacto en la salud mental y cognitiva de la población.