La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha identificado oficialmente una nueva variante del virus SARS-CoV-2, denominada NB.1.8.1, también conocida como “Nimbus”. Esta nueva cepa fue detectada por primera vez el 22 de enero de 2025. A continuación te decimos 3 síntomas de los que debes estar alerta.
Aunque por el momento no representa una amenaza grave, se mantiene bajo vigilancia internacional debido a ciertas características que podrían favorecer su propagación.
¿Cuál es el crecimiento de la variante NB.1.8.1?
Según el más reciente informe de la OMS con corte al 18 de mayo de 2025, la variante NB.1.8.1 ya representa el 10.7% de las secuencias genéticas reportadas a nivel global durante la semana epidemiológica 17, correspondiente del 21 al 27 de abril.
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Esto representa un crecimiento notable en comparación con el 2.5% registrado apenas cuatro semanas antes. La información proviene de 22 países que han enviado sus datos a la base global de vigilancia del virus.
Lo que hace particular a la variante “Nimbus” son ciertas mutaciones que podrían estar relacionadas con un aumento en su capacidad de transmisión, así como una disminución en la neutralización por anticuerpos generados por vacunas o infecciones previas. A pesar de ello, la OMS puntualiza que la evidencia actual no sugiere un incremento en la gravedad clínica de los casos provocados por esta cepa, en comparación con otras variantes que siguen en circulación.
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¿Cuáles son los 3 síntomas de los que debes estar alerta?
Uno de los síntomas más notorios y reportados con frecuencia es una fuerte irritación en la garganta, tan intensa que ha llevado a que algunos pacientes la describan como una sensación de “garganta de cuchilla”. Este malestar ha sido lo suficientemente característico como para ganar presencia en redes sociales y foros médicos. A este síntoma se suman otros que ya son conocidos por las anteriores variantes del COVID-19, como fiebre, escalofríos, tos persistente, dificultad para respirar y pérdida del gusto o del olfato.
Aunque la nueva variante ha mostrado una tendencia creciente desde la semana epidemiológica 14 de este año, las autoridades sanitarias insisten en que, por ahora, no hay señales de alarma. No obstante, la vigilancia epidemiológica continuará de forma estricta, ya que el comportamiento del virus podría cambiar con el tiempo, como ya ha ocurrido con variantes anteriores.
La OMS reitera la importancia de mantener las medidas de prevención como el lavado frecuente de manos, el uso de cubrebocas en espacios cerrados y la vacunación, especialmente entre personas vulnerables, mientras se sigue evaluando el avance y las características de de la variante de COVID NB.1.8.1.