Es muy frecuente que las personas acudan a la religión para hacer sus peticiones sobre prosperidad, salud y abundancia. Día con día, muchos se encomiendan a sus santos para atraer cosas positivas y poder lograr los objetivos que tiene.
Dentro de los santos a los que más se busca tenemos al Arcángel San Miguel, reconocido por tener un lugar privilegiado entre los arcángeles de la Iglesia, incluso su nombre lo dice con claridad 'Príncipe de los espíritus celestiales' o 'Jefe de la milicia celestial'.
De acuerdo con la Arquidiócesis de Bogotá, desde el Antiguo Testamento este personaje aparece como el defensor del pueblo de Dios en contra del mal, por lo que es uno de los más buscados por los fieles creyentes de todo el mundo.
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"Es tradicionalmente reconocido como el guardián de los ejércitos cristianos contra los enemigos de la Iglesia y como protector de los cristianos"
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¿Cuáles son las dos oraciones que se le pueden hacer para tener abundancia?
Son muchas las plegarias que se conocen de San Miguel, por tal razón 'Vatican News', compartió cuáles son esas oraciones para que las personas puedan tener abundancia y otra que haga un llamado a la protección por parte del arcángel.
“Con mi mayor humildad te pido, que irradies sobre mí un rayo de luz, y a través de ti, Arcángel San Miguel, llegue a mí tu pronta ayuda y protección. Imploro urgentemente por una intervención bendita, y así lograr encontrar una solución a mis problemas, dificultades y cargas monetarias. Te suplico que aceptes y escuches mis ruegos para lograr encontrar paz y tranquilidad.
Elimina de mi vida los obstáculos que dificultan mi camino y el de mi familia. Con toda mi humildad te pido, Arcángel San Miguel, que me ayudes a conseguir la abundancia y llenar mi hogar de prosperidad.
Sé que con tu infinita misericordia y el poder que Dios te ha concedido, me otorgarás lo que tanto te pido, porque tú nunca desamparas a tus ovejas.
Amén.”
A continuación, te dejamos la oración de protección.
“San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica.
Y tú, oh 'Príncipe de la Milicia Celestial', con el poder que Dios te ha conferido,
arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas.
Amén.”
