Cada año, durante la Semana Santa, muchas personas se preguntan por qué en días como el Jueves Santo se evita el consumo de carne.
Esta práctica, muy arraigada en la cultura católica, sigue siendo observada por millones de fieles en México y en el mundo.
Aunque no todos conocen su origen, el sentido de esta tradición va más allá de lo alimenticio: se trata de un acto simbólico que refleja recogimiento, penitencia y respeto por el sacrificio de Jesucristo.
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¿Cuál es el motivo detrás de esta costumbre?
La prohibición de comer carne en Jueves Santo, al igual que en otros días como el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, proviene de una antigua tradición de la Iglesia Católica.
Según esta doctrina, abstenerse de consumir carne roja es una forma de recordar el sufrimiento de Jesús en sus últimas horas.
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Se considera que comer carne representa un gesto de celebración o abundancia, por lo que evitarla en estos días ayuda a mantener un espíritu de humildad y reflexión.
¿Qué alimentos se consumen en su lugar?
Durante el Jueves Santo, muchas familias optan por platillos a base de pescado, mariscos, vegetales o legumbres.
Estos alimentos no están prohibidos y, de hecho, forman parte de la gastronomía típica de Semana Santa en muchas regiones de México, como los romeritos, tortitas de camarón o caldos de pescado.
¿Es obligatorio no comer carne?
Aunque es una costumbre profundamente arraigada, no es obligatorio para todos.
La Iglesia Católica sugiere esta práctica especialmente a mayores de 14 años como parte del ayuno y la abstinencia, pero deja fuera a personas enfermas, embarazadas o con necesidades especiales.
En este Jueves Santo de Semana Santa 2025, millones de personas en México evitan comer carne como parte de una tradición religiosa que busca conmemorar el sacrificio de Cristo y fomentar la reflexión espiritual. Una costumbre que, aunque opcional, sigue viva en muchas mesas del país.
