En el ámbito de la limpieza del hogar, un nuevo truco ha captado la atención en redes sociales: usar sal en el inodoro para mejorar su higiene. Este método ha ganado popularidad como una solución económica y efectiva para mantener el baño fresco y libre de bacterias.
¿Cómo funciona el truco de la sal?
La técnica, que se ha viralizado como un lifehack, consiste en colocar un puñado de sal en el inodoro cada noche. Para potenciar su efectividad, se recomienda preparar una mezcla que incluye 250 gramos de bicarbonato, 250 gramos de sal gorda y 25 gotas de aceite esencial, como el de árbol del té, menta, cítricos o lavanda. Esta pasta debe ser aplicada en el inodoro antes de acostarse y dejada actuar durante toda la noche, idealmente 24 horas.
Al despertar, se debe hervir una olla de agua y verterla en el inodoro antes de accionar la cadena. Esta práctica promete dejar el inodoro más limpio y con un aroma fresco. El proceso puede repetirse una vez al mes o cada quince días para mantener una limpieza más profunda y eliminar acumulaciones de cal.
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Otros usos y precauciones
Además de su uso en la limpieza, la sal también puede ser útil para desatascar el inodoro. Simplemente se hierve agua, se añade sal y se deja actuar la mezcla durante 30 minutos antes de tirar de la cadena. Para una preparación más potente, se puede combinar con lejía y detergente para platos, aunque esto debe hacerse con cuidado.
Sin embargo, es crucial moderar el uso de sal en el inodoro. El uso excesivo puede dañar las tuberías de PVC, provocando corrosión. Por lo tanto, se recomienda limitar esta práctica a una vez cada quince días. Además, se debe evitar mezclar sal con agua oxigenada, ya que puede causar quemaduras si entra en contacto con la piel.
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El uso excesivo de sal también puede tener implicaciones ambientales y de salud. Un artículo de Environmental Health Perspectives sugiere que el uso desmedido de sal puede contribuir a problemas ambientales, por lo que es importante manipularla con precaución.