Muchos conductores se enfrentan a la elección entre dos tipos de combustible: la gasolina verde y la roja. Aunque a simple vista parecieran diferenciadas únicamente por su color, existen factores clave que hacen que cada una tenga propiedades distintas y usos específicos, más allá del precio. Aquí te explicamos en qué consisten esas diferencias y cómo elegir la mejor opción para tu automóvil.
¿En qué se diferencian la gasolina verde y la roja?
La gasolina verde, también conocida como Magna, es la más común y accesible en términos de precio. Este tipo de combustible tiene un índice de octanaje más bajo, lo que la hace ideal para motores de compresión baja, como los que se encuentran en muchos vehículos convencionales.
Además, no contiene plomo, lo que la convierte en una opción más amigable con el medio ambiente en comparación con otras gasolinas.
Por otro lado, la gasolina roja, o Premium, tiene un nivel más alto de octanaje y una mayor cantidad de aditivos. Estos aditivos contribuyen a mantener los motores más limpios, mejorando su rendimiento y reduciendo las emisiones contaminantes. Es ideal para motores con turbocompresores o de compresión alta, ya que su capacidad de anti-detonación ayuda a que estos motores funcionen de manera óptima y con menos desgaste.
¿Qué gasolina debo usar para mi auto?
La elección del tipo de gasolina depende de varios factores importantes. El primero es el índice de octanaje, que indica la capacidad del combustible para resistir la detonación prematura en el motor.
Este dato se puede encontrar en el manual del automóvil y será una guía clave para decidir si el auto requiere gasolina de mayor octanaje, como la Premium, o si la Magna es suficiente.
También es esencial considerar el tipo de motor de tu vehículo. Si tienes un motor con baja compresión, la gasolina verde será adecuada. En cambio, si el motor tiene alta compresión o cuenta con un turbocompresor, la gasolina roja permitirá un mejor rendimiento y mayor protección.